Lucida apertura del Ciclo Chaikovski en el Colón
Teatro Colón
Martes 1ero de Marzo de 2016
Escribe: Néstor Echevarría (La Prensa)
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.
Programa inicial del Ciclo Chaikovski :
- Sinfonía Nº1 en Sol menor, op.13 “Sueños de invierno”,
- Obertura “1812”,op 49.
Director: Enrique Arturo Diemecke.
Resultó un estimulante y lucido comienzo el del ciclo dedicado al gran compositor ruso Piotr Ilich Chaikosvki (1840-1893), con sus sinfonías completas y poemas sinfónicos.en el teatro Colón, por parte de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, preparado y dirigido por su titular, el maestro mexicano Enrique Arturo Diemecke.
Un ciclo de cinco conciertos en el plazo de una semana, que en su programación va asociando esa media docena de sinfonías con los notables poemas sinfónicos del repertorio de este prolífico y siempre admirado compositor ruso, nacido en la región de los Urales, y perpetuado además por su valiosa producción operística y la tan difundida y admirada de ballets.
La primera sesión se abrió con la Sinfonía Nº 1 en Sol menor,op.13, que constituye una obra temprana en su carrera activa y variada, compuesta cuando tenia veintiséis años ,afincado en San Petersburgo, todo lo cual ya estaba preanunciando su personalidad y manejo instrumental.
Se advierte también en esta obra una clara intención poemática en sus dos primeros movimientos, que llevan alusiones temáticas, en tanto el “scherzo”, y el final (aquí se advierta ya una melodía rusa en la estructura) son mas canónicos. En cuanto al titulo de “Sueños de invierno” proviene de evocar sus viajes entre las dos ciudades mayores de Rusia.
Con sus cuarenta y tres minutos de duración, fue objeto de una versión atildada, compacta y efectiva, tomando vibración y mostrando vetas de ese ánimo apasionado y melancólico del autor.
La función prosiguió sin intervalos para generar a renglón seguido una impactante versión –como la partitura lo pide- de la famosa Obertura “1812”,op.49 . Aquí ya han pasado tres lustros de producciones muy valiosas y su experiencia le llevó a plasmar una pieza orquestal de un cuarto de hora de duración donde el mensaje alude al triunfo ruso sobre la invasión de las tropas de Napoleón, lo que generaría el inicio del ocaso del emperador francés.
Hay en esta partitura para gran orquesta una alusión desde la Marsellesa ( el emblema galo) hasta escenas de la batalla, que el músico anotó en los pentagramas las explosiones, junto con trombones, fagotes, violines y hasta las campanas con salutaciones de júbilo de los vencedores.
Una orquestación que sacudió a los moscovitas en la Exposición de 1882,`para la cual fue compuesta y que impresiona siempre a los públicos cuando la versión, como la realizada por Diemecke y sus subordinados, logra adquirir un gran de impacto ,lucimiento instrumental y amplio vuelo. Fue un final apoteósico y bien logrado.
Néstor Echevarría
Calificación: Muy Bueno.