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LA GALA DE LA ORQUESTA SINFONICA EN LA FECHA PATRIA

 

 

Salta

25 de Mayo de 2016

 

Escribe: José Mario Carrer

 


Orquesta Sinfónica de Salta. Dirección Maestra Yeny Delgado. El tarco en flor (Luis Gianneo 1897-1968). Fiesta Criolla * (Manuel Gomez Carrillo 1883-1968). Huemac (Pascual de Rogatis 1880-1980). Gaucho con botas nuevas. (Gilardo Gilardi 1899-1963). Conmemoración del 25 de mayo. Aforo 95%. (* estreno en Salta).


En estos días de hoy, donde el sentimiento nacionalista se impone a los avatares buenos y no tan buenos, el pueblo argentino, sus autoridades, sus instituciones dejan de lado lo cotidiano para recordar con respeto y admiración a la Argentina que soltaba amarras para emprender el camino del desarrollo como gran familia, como un país que decidía crecer solo. El 25 de mayo es una fecha profunda y así es cómo surgen homenajes y actos religiosos, artísticos o de índole variada que intentan recordar aquellos días de mayo de 1810. En este caso fue la orquesta sinfónica local que ya cuenta con fuerte raigambre popular la que brinda su aporte para el mencionado homenaje. con un repertorio argentino.


Para comenzar un poema sinfónico de Gianneo: “El tarco…” es una partitura dedicada a sus padres e intenta representar la arboleda de la conocida avenida Mate de Luna (Tucumán) que en lugar de colores pictóricos fueron representados por sonidos que sugieren el estallido floral de tinte morado tan conocido en la vecina provincia. Inicia con un tema muy expresivo en el compás de 3x4 y en la tonalidad de si menor. La música es bellísima y contiene no solo expresiones típicas del norte argentino sino que además recurre a un típico motivo danzante.


Luego vino otro integrante de la famosa generación del 80. El fenomenal Manuel Gomez Carrillo, que junto a  sus hermanos formaron un cuarteto reconocido ecuménicamente. Original de Santiago el Estero, su orientación nativista  fue un verdadero aporte a la expresión musical del país. Siempre brindando su inspiración, su saber por diferentes provincia del noroeste de cuyas raíces extrajo el material para una breve suite sinfónica “Fiesta Criolla” que describe el devenir de una fiesta campestre con sus particularidades telúricas.


La segunda parte trajo al ítalo-argentino Pascual de Rogatis con lo que hoy se interpreta habitualmente de su drama lírico denominado El rey Huemac II. A pesar de ello es posible descubrir las virtudes de una partitura de tinte indigenista pero al mismo tiempo vital y profunda desde que cuenta sobre la Argentina dentro del llamado Virreinato del Rio de la Plata. De esa base se escuchan las danzas que en conjunto conforman una suite vigorosa y llamativa. De Rogatis llegó a los tres años de edad a nuestro país y murió pocos días antes de cumplir cien años de modo que su visión de la pampa argentina, sus habitantes, no solo no le fueron extraños, sino que los vivió intensamente como un argentino más que pudo formarse técnicamente en un alto nivel y cuya producción musical, casi siempre estuvo acompañada del éxito y la aceptación del mundo culto.


Finalmente Gilardo Gilardi, un notable impulsor de los sonidos musicales de aspecto universal en nuestro país. Hombre sencillo y digno fue formador de incontables discípulos alguno de los cuales llegó a la cúspide de la producción musical local como el caso de Roberto Caamaño que aún no se escuchó en nuestra ciudad y del cual recuerdo con admiración una serenata para cuerdas de inmensa belleza. Curiosamente Gilardi nació precisamente un 25 de mayo de manera que nada más acertado haberlo incluido en el repertorio de esta noche. El “Gaucho con botas nuevas” es una humorada sinfónica cargada de ritmos argentinos como el gato, la milonga y otros con los cuales intenta relatar con gracia el atuendo que el gaucho había preparado como vestimenta de domingo y con esa botas relucientes pero duras por lo nuevas.


Yeny Delgado es de la Cuba latinoamericana. Pero es oportuno señalar la comprensión, la asimilación del espíritu de nuestro país. Es la actual Directora Asistente de la orquesta local. Cada concierto bajo su batuta muestra llamativa soltura y seguridad y deja adivinar su capacidad artística. Con total entrega, ofreció como bis el espléndido malambo, cuarto movimiento de la suite “Estancia” del notable Alberto Ginastera, cuyo final, indicado por un acertado y enérgico corte despertó el desbordante y justificado entusiasmo del público que colmó el Teatro Provincial.