Con el Mozarteum Argentino - Temporada 2016
Recital del pianista Nelson Goerner
Teatro Colón
Martes 31 de Mayo de 2016
Escribe: Diego Montero
GEORG FRIEDRICH HÄNDEL (1685 – 1759)
- Chacona en Sol mayor, HWV 435
ROBERT SCHUMANN (1810 – 1856)
- Davidsbündlertänze (Danzas de la liga de David), Op. 6
FRÉDÉRIC CHOPIN (1810 – 1849)
- Barcarola en Fa sostenido mayor, Op. 60
- Scherzo nº 3 en Do sostenido menor, Op. 39
- Nocturno en Fa menor, Op. 55 nº 1
- Nocturno en Mi bemol mayor, Op. 55 nº 2
- Polonesa en La bemol mayor, Op. 53 “Heroica”
Nuevamente la institución Mozarteum Argentino, que tiene como responsable en la dirección ejecutiva a la Sra. Gisela Timmermann, dio muestra de idoneidad en la selección de artistas y singular compromiso con nuestra sociedad para materializar espectáculos que nos acercan las más valiosas expresiones de la cultura. En esta oportunidad con la presencia en la sala del Teatro Colón del pianista argentino Nelson Goerner.
La historia de la ejecución del piano es vasta y muy rica. Tan grande como la enorme cantidad de destacados intérpretes que la conforman. Pero se podría, solo por un ejercicio intelectual y a grandes rasgos, separar a los pianistas en dos grupos. Aquellos que se han caracterizado por extremar la sonoridad del instrumento con un toque vehemente, incisivo y poderoso, tales los casos de Sviatoslav Richter, Evgeny Kissin o Martha Argerich; y aquellos que se han distinguido por un toque más liviano, frágil e íntimo como Cor de Groot, Samson François, Walter Gieseking o el genial Dinu Lipatti. Creemos que Nelson Goerner se encuadra dentro de este último grupo y es perfectamente comparable a ellos.
Sutil, elegante y refinado, de técnica precisa y cristalina y un buen gusto infinito, Nelson Goerner se encuentra en la cúspide de sus condiciones técnicas sobre la base de una madurez musical profunda por su sensibilidad exquisita y una intelectualidad aguda.
El programa se inició con la ejecución de una obra cumbre de la creación humana: La Chacona, HWV 435 de Georg Friedrich Händel. En ella se desarrollan complejas combinaciones armónicas pero con la presencia de una melodía inspirada y bella. Por otra parte se cree que estas obras fueron compuestas por los compositores como ejercicios de práctica y para su propio lucimiento como intérpretes, lo que constituye un fuerte indicio de las excelentes condiciones técnicas que debió tener Händel como clavecinista.
Seguidamente Nelson Goerner interpretó las Danzas de la liga de David, Op. 6 de Robert Schumann que constituyen un ramillete de 18 pequeñas creaciones que, salvo las dos últimas, solo estimularon el sopor y el cansancio.
Luego del intervalo la música volvió a brillar con la Barcarola Op. 60, el Scherzo Nº 3, los Nocturnos Op 55 nº 1 y 2 y la Polonesa Op, 53 “heroica” de Friedrich Chopin. La exquisita interpretación de estas obras, fue reconocida por el público que brindó una merecida ovación a un pianista superlativo que honra la tradición de nuestro país.
Fuera de programa interpretó un preludio de Alexander Scriabin y el Estudio para la mano izquierda de Felix Blumenfeld que requiere traer el siguiente recuerdo. El pianista ruso Simon Barere, alumno predilecto de Blumenfeld, grabó en los años 50 este mismo estudio para la firma Remington. La “crítica especializada” acusó duramente al pianista de haber falseado los datos de esa grabación porque, según ellos, era imposible tocar esa obra solo con la mano izquierda. Enojado por el insulto, Barere adelantó su habitual presentación anual en el Carnegie Hall para tocar ese estudio y así demostrar su habilidad. Nelson Goerner no solo tocó la obra con maestría sino que le dio una musicalidad muy superior a la versión que existe de Barere. ¡Toda una proeza! Para quienes quieran escuchar la versión de Barere pueden hacerlo aquì.
Finalmente y luego de la insistencia del público, Goerner cerró la noche con un pequeño preludio de Chopin que contemplamos en éxtasis.