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Opera en el Auditorio de Belgrano

 

"La Boheme" por el Ensamble Lírico Orquestal

Auditorio de Belgrano

Domingo 26 de Junio de 2016

 

Escribe: Graciela Morgenstern

Fotos: Ensamble Lírico Orquestal

 

 

La Boheme, de Giacomo Puccini
Libreto: Giuseppe Giacosa y Luigi Illica
Elenco: Mariela Schemper, Andrés Novero, Laura Pisani, Fernando Grassi, Mario De Salvo, Juán Font, Claudio Rotella, Alejandro Schijman, Víctor Acevedo, Ricardo Padula, Eduardo Chillari

Coral Ensamble. Director: Gustavo Codina 

Coral Ensamble de Niños. Directoras: Vivian Ruiz y Marcela Vila 

Orquesta del Ensamble Lírico Orquestal
Dirección Escénica: Raúl Marego
Dirección Musical: Susana Frangi
Sala: Auditorio de Belgrano
Funciones: 26 de junio y  3 de julio, 18 hs

 

Con una versión semimontada, el Ensamble Lírico Orquestal presentó La Boheme, una de las obras más vistas en la historia de la ópera, en el Auditorio de Belgrano. Es bien conocido ya que la magnífica composición de Giacomo Puccini cuenta con melodías muy variadas, de singular belleza, que apelan a la sensibilidad y a las emociones de una manera muy profunda. De principio a fin, sostiene un nivel emotivo y musical que nunca decae. 


En esta oportunidad, el rol de Rodolfo encontró en Andrés Novero musicalidad y canto franco. Poseedor de un material vocal interesante, mostró haber realizado un trabajo arduo y cuidadoso, pero la demanda de la partitura es enorme y debería evitar, especialmente en su aria “Che gélida manina” los sonidos fijos y los finales con escaso apoyo. Sin embargo, su entrega al personaje nunca cejó y resultó convincente.


Mariela Schemper compuso una Mimí simple y aprensiva. Con firme control de su voz, abordó “Sí mi chiamano Mimí”  y su aria del tercer acto, “Donde lieta uscí”,  estuvo bien fraseada. Aunque su canto no fue expansivo, por lo que no logró que la audiencia palpite con  “Ma quando bien lo sgelo”, o se estremezca con “Sono andati”, fue una Mimí introvertida pero sentida, que finalmente, fue creíble.


A nadie sorprendió la buena actuación de Fernando Grassi como Marcello, ya que nos tiene  acostumbrados a su muy buena labor. Poseedor de variados matices y recursos, gran musicalidad y profundo conocimiento de los estilos, su Marcello fue un acierto.


Por otra parte, la Musetta de Laura Pisani tuvo refinamiento, además de una técnica impecable. A su talento actoral aunó chispa y canto inteligente. Con notas que fluyeron sin esfuerzo, mostró gracia pero también fue sensible frente al predicamento de los protagonistas.


Mario De Salvo fue un Colline más que aceptable y bien actuado. Su aria “Vecchia zimarra” mostró buen fraseo y articulación, además de emotividad. Juán Font tuvo un buen desempeño como Schaunard, tanto en lo vocal como en lo actoral. El resto del elenco cumplió con su cometido.


En tanto, el Coral Ensamble y Coral Ensamble de Niños realizaron una lucida labor en sus cortas intervenciones.


Susana Frangi realizó una lectura sensible y profunda de la partitura y los músicos del ELO respondieron bien a su batuta. Resaltó los matices de la misma y sacó buen provecho de una de las piezas más bellas de la producción pucciniana.


La versión semimontada implicó que orquesta y puesta en escena compartieran el escenario, dividido en dos. Al comienzo, eso fue en desmedro del canto que parecía sofocado por los instrumentos. Con el transcurso de la función, en cambio, este desequilibrio sonoro se fue atenuando hasta desaparecer.


A pesar de que la marcación escénica de Raúl Marego estuvo limitada por el espacio, fue acertada, en términos generales.


Fascinado por la belleza indiscutible de la obra y el profesionalismo con que fue abordada, el público aplaudió de manera entusiasta, a todos los intérpretes.

 

Boheme1

 

 

Boheme2

 

 

Boheme3