La Orquesta Sinfónica Nacional en el CCK
Sala Sinfónica (CCK)
Viernes 1 de Julio de 2016
Escribe: Néstor Echevarría (La Prensa)
Orquesta Sinfónica Nacional:
Programa:
-Concierto para violín y orquesta en Si menor, op. 61, de Edward Elgar
-Cuatro poemas sinfónicos basados en Arnold Böcklin, op.128, de Max Reger.
Director: Facundo Agudin
Solista: Xavier Inchausti (violin)
En el marco de su temporada de conciertos del presente año, la Orquesta Sinfónica Nacional presentó con la dirección de nuestro compatriota Facundo Agudin, maestro radicado en Suiza desde hace veinte años, un programa de una naturaleza atípica si se quiere, dedicado a dos compositores poco frecuentados en nuestras sesiones concertisticas.
Porque si bien es cierto que el inglés Edward Elgar, que vivió entre 1857 y 1934 y fue un autodidacto, es una importante figura en la trayectoria de la música británica, quedó muchas veces relegado internacionalmente por su estética y solo sobrevivieron las “Variaciones enigma” y alguna mas en los repertorios. habituales.
Pero su extenso concierto para violín y orquesta, de unos cincuenta minutos de duración, ejecutado en esta ocasión ( que no se aleja compositivamente de un trasfondo brahmsiano) vuelve cuando algún violinista de fuste puede lucirse y esto ocurrió con la participación de Xavier Inchausti en una eficaz versión que obtuvo con Agudin en una complementación ajustada y prolija.
Ahora bien, la segunda parte del concierto propuso una situación mas bien comprometida con la historia de la música germánica. Nacido en Baviera en 1873, Max Reger fue una suerte de niño prodigio y llegó a ser profesor del Conservatorio de Leipzig (ciudad con ilustre pasado musical) y falleció tras una vida desordenada, a los cuarenta y tres años, de un ataque cardiaco. Dos años antes de su ,muerte llegó a escribir que era de los compositores vivientes el que mantenía mas estrecho contacto con el fecundo pasado de su suelo.
Lo cierto es que su obra se ejecuta muy poco fuera de Alemania, y no deja de interesar , sobre todo como ampliación del conocimiento de las audiencias. Los Cuatro poemas sinfónicos –op-128- basados en la obra pictórica de Arnold Böcklin , un artista suizo, oriundo de Basilea, que se encuadra en el movimiento simbolista y tuvo fuerte proyección en su época , figuró en programa.
De ahí que Reger en esos cuatro poemas alude musicalmente a esos cuadros con composiciones para gran orquesta que llevan los títulos de pinturas: y que no llevan una ilación temática “per se”. El ermitaño tocando el violín”, El juego de las olas, La isla de los muertos ( que interesó también a Rachmaninov) y Bacanal, Todas disociadas de una continuidad temática.,en unos veinticinco minutos de duración.
Agudin logró homogeneidad orquestal en la plasmación de la obra de este compositor tan curioso en la historia de la música, si se quiere también pendenciero e irreverente, y que llego a tener algunos admiradores, como el director Fritz Busch, que solía incluirlo en los conciertos.
Néstor Echevarría
Calificación: Bueno