Shakespeare y Verdi en el Colón
“MACBETH”, EN DISCRETA EDICIÓN
Teatro Colón
Martes 27 de septiembre de 2016
Escribe Carlos Ernesto Ure
Fotos: Prensa Testro Colón - Arnaldo Colombaroli, Máximo Parpagnoli
“Macbeth”, melodrama en cuatro actos, con texto de Francesco M. Piave y música de Giuseppe Verdi.
Con Fabián Veloz, Chiara Taigi, Gustavo López Manzitti, Alexander Teliga, María del Rocío Giordano, Iván García y Gastón Oliveira Weckesser.
Iluminación de Horacio Efrón
vestuario de Luciana Gutman
escenografía de Diego Siliano
“régie” de Marcelo Lombardero
Coro (Miguel Martínez) y Orquesta Estables del Teatro Colón (Stefano Ranzani).
Alcanzó perfiles no más que medianos la nueva producción de “Macbeth”, que tuvo lugar el martes en el Colón, en sexta función de gran abono. Es que a una pareja protagónica de discreto relieve, se sumaron una puesta heterogénea y confusa y una orquesta y un coro que no se mostraron, por cierto, en su mejor noche.
Los cantantes
En el cuadro de solistas, las figuras de mayor mérito fueron sin duda Alexander Teliga (Banco) y Gustavo López Manzitti (MacDuff). El bajo ruso, de comienzo inseguro, fue desenvolviendo sin embargo a medida que avanzaba la representación un registro atrayente, de metal bien timbrado. En cuanto al tenor argentino, exhibió desde ya, en sus breves intervenciones, atildada línea y agradable “squillo”.
La soprano romana Chiara Taigi (Lady Macbeth), debutante en este título, expuso en cambio metal multicromático, emisión muy irregular y notas forzadas, mientras que el barítono Fabián Veloz (Macbeth), artista sin duda correcto, pareció aún inmaduro para encarar un personaje de
esta envergadura por la claridad y falta de corpulencia de su color y la parquedad del fraseo, lo que le restó, esencialmente, credibilidad dramática.
La orquesta y la escena
Con excepción del último acto, fue evidente la insuficiencia de ensayos del coro estable, preparado por Miguel Martínez, debido a su articulación confusa y sus reiteradas faltas de sincronización entre sí y con el foso (especialmente en el sector femenino). Desde el podio, el milanés Stefano Ranzani condujo la ópera de Verdi con buen pulso y algunos desbordes de sonoridad a una orquesta estable de llamativos desajustes y sonoridad global de escasa calidad.
En vez de dedicarse a recrear al bardo genial de Stratford-upon-Avon, Marcelo Lombardero se aplicó en cambio a reinventarlo. En el marco de una acción situada en una ciudad bombardeada, tal vez en la primera mitad del Siglo XX, el tinglado incluyó una “troupe” de enfermeras,
militares por doquier, armas largas, la estación del Mitre en Retiro, conductos cloacales, y así sucesivamente, todo en un marco siempre oscuro y descontextualizado, de resultados dudosos. La producción de
“Macbeth” del mismo “metteur-en-scène”, había sido ya ruidosamente abucheada en 2008 en la Ópera de Niza, y fue también reprobada por parte del público en esta oportunidad.
Calificación: regular
Carlos Ernesto Ure