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Primera sesión del ciclo Colón Contemporáneo


DE MATERIE (LA MATERIA)

 

Teatro Colón

Sábado 17 de Febrero de 2017

 

Escribe: Osvaldo Andreoli


“De Materie”, concierto escénico para soprano, tenor, dos recitadores, coro, ensamble de saxos y orquesta, con textos de Marie Curie y autores holandeses y música de Louis Andriessen.

 

Con Oriana Favaro, Robin Tritschler, Analía Couceyro y Samanta Vibart. Coreografía de Edgardo Mercado

Iluminación de Germán Lorenti

Videos de Minou Maguna

Proyecciones analógicas de Andrés Denegri

Puesta de Heiner Goebbels.

Bailarines (Vanesa Tempone),

Nonsense Ensamble Vocal de Solistas,

Cuarteto Sigma Project y Orquesta (Pablo Druker).

 

 

LA MATERIA Y EL ESPÍRITU

Qué vamos a escuchar? La ansiedad del espectador ante una obra contemporánea es evidente. Sobre todo cuando enfrenta la dificultad de ir hacia lo desconocido, cuando carece de referencias. Si va a escuchar meramente lo conocido hay un desencuentro. La experiencia suele ser decepcionante. No se repite la ceremonia preconcebida, la de un ritual que reasegure un mundo estable y tranquilizante. Con menor conformismo, se abriría a una escucha descubridora.

 

La cuestión del gusto, su carácter histórico, su formación y deformación, sus limitaciones y aperturas están en juego cuando el espectador se dispone en la butaca.

 

Desde hace cinco años, el ciclo Colón Contemporáneo ha compensado un retraso evidente. Ha permitido acceder a obras sin estreno en nuestro medio. Lo atestiguan experiencias variadas, que van desde Coro de Luciano Berio a Die Soldaten de Bens Alois Zimermann. No se trata sólo de un aggiornaménto, sino de la formación del público.

 

GÉNERO INDEFINIDO

El Colón abrió su temporada 2017 con De Materie (La Materia, 1988), que no es una ópera en el sentido tradicional. Hay una serie de episodios que no tienen continuidad argumental. Por eso se advierte en el programa de mano que puede verse como un concierto escenificado, en que las ideas (más que los personajes) cobran protagonismo. Las abstracciones de la puesta parecen estar a ese servicio. ¿Una sinfonía con cantantes?. Quizás un ensayo sobre la relación entre el pensamiento, la intuición y la emoción. Más bien una reflexión sobre las conexiones entre la materia y el espíritu. Las recurrencias son constantes. El género musical queda indefinido.

 

Las estructuras percusivas y minimalistas se expanden hacia sonoridades que incluyen el ruidismo. Las texturas orquestales recuerdan a Bach y Stravinski, pero ese eclecticismo incluye la canción holandesa y el boogie-woogie.

 

Prevenciones pertinentes para presenciar esta obra del holandés Louis Andriessen, compuesta para soprano, tenor, dos recitadores, ocho voces y una orquesta singular. Estrenada en 1989 con una producción de Bob Wilson.

 

Tiene cuatro secciones como si fueran cuatro movimientos de sinfonía. Para el director musical Pablo Druker, existe una línea en toda la obra, se escucha un gran arco. En cada número hay una reformulación constante de lo que ha sucedido. Lo acentúa la dirección escénica de Helner Goebbels, que visibiliza una continuidad dentro de las transformaciones.

 

La orquesta incluye quinteto de saxos y las guitarras eléctricas. Pero resulta que el grupo de cuerdas es pequeño con relación a la sección de vientos. Esto convierte en un intérprete al ingeniero de sonido (Daniel Osorio), porque debe compensar con la amplificación aquel desequilibrio. El inconveniente es que la estridencia por momentos apabulla. Es posible que la elección del compositor esté vinculada con los espacios no convencionales en que la obra se representó. Esta versión pensada para un teatro lírico fue realizada el año pasado en Teatro Argentino de La Plata. El inconveniente de la amplificación es que su estridencia por momentos apabulla.

 

Casi todos los textos, cantados y leídos, están tomados de la historia holandesa: la Declaración de la independencia, un libro sobre construcción naval. Un ensayo filosófico ycientífico, las visiones eróticas de una monja del Siglo XIII, un manifiesto sobre historia delarte y una nota sobre Piet Mondrian. Finalmente, textos de Marie Curie.

 

Una característica importante dell grupo “El estilo” al que perteneció Mondrian fue la colaboración entre los diferentes medios artísticos. Y De materia se presenta como un concierto multidisciplinario, es decir, como un esfuerzo indagatorio convergente de varias disciplinas al abordaje de un mismo objetivo.

 

El espíritu experimental de Mondrian impregna la obra. La línea recta, la oposición de la estructura vertical-horizontal fue su obsesión. En la sección III el coro canta textos de un matemático y teosofista para quien la figura perfecta es la cruz, concepto de lo abierto e ilimitado. Y la nota leída por una relatora alude a la fascinación del pintor por el ritmo. Ésterealizó sus últimos cuadros en EEUU, titulados sugestivamente Broadway Boogie-Woogiey Victory Boogie-Woogie.

 

En un escenario despojado de escenografía, el diseño de iluminación del propio Goebbelsjugó un rol decisivo en la puesta. La recreación alusiva al estilo del pintor holandés se combina con las figuras geométricas de la coreografía.

 

PUESTA DESTACADA

En una obra de estas características es importante recrear las condiciones sensoriales de la memoria emotiva. Para incorporar en la reseña la experiencia estética y artística vivida.

 

Orquesta y coro en escena. Caja negra. Se cantan fragmentos de la declaración independentista. Sorprende el efecto inicial. Dos barras lumínicas verticales a los lados y al fondo del escenario se dirigen hacia el público. Esa luz de frente no resulta “cegadora”, su efecto no es molesto ni gratuito. Estilizada, está en función del anuncio liberador. Alerta.

 

La alternancia de luz blanca frías y cálidas se intensifica. Responde a los acentos rítmicosdel martilleo percusivo. El todo y las partes. El coro canta un texto detallista sobre la industria naval. Mientras un científico atomista, el tenor Robin Tritschter, explica en paralelo al coro que la materia estácompuesta por ínfimas partículas. Rebate a los peripatéticos que creían en una continuidad al infinito de la división de las partículas. Lo finito y lo infinito.

 

Al contraste dramático ensamblado musicalmente, se corresponden las traducciones proyectadas.

Servidores de escena han introducido una pantalla, a la izquierda. Y a la derecha una alta escalinata de metal. El tenor sube y desenrolla una tela que cubre la escalinata. Sobre ella se proyecta su texto en cursiva, en distinguido contraste con el texto sobre la otra pantalla.

 

SUTILEZAS LUMÍNICAS Y CREACIÓN ESPACIAL

La sección termina con los martilleos, un ostinato que se corresponde con las herramientas de los carpinteros que enumera el coro. Se intensifica el contraste, la iluminación se colorea, azul y caramelo.

 

En la Sección II la soprano Oriana Favaro canta la visión de Hadewijch, una monja y poetisa del siglo XIII. Misticismo religioso y erotismo similares a los de Teresa de Ávila. La materialidad parece desbordar lo espiritual. El deseo irrefrenable y la entrega espiritual. Llegar a Dios “por el amor, el abrazo y los besos”, “éramos uno sin diferencia alguna”, era “tangible, real y sensible”, “como un sacramento, su sabor”, “y me fundí con él”, “transportada”. (Paradojalmente en la última sección, Madame Curie, científica materialista, descubridora del radio, desbordará espiritualidad ante su viudez).


Las texturas orquestales son ahora impresionistas. Eclecticismo musical funcional.. Entrada de las monjas con velas  por el lateral, en matizado contraluz., Hay un efecto lumínico difuminado, las sombras se mecen como la llama de una vela. Otra sutileza: una monja avanza y enciende candelabros. La tonalidad acaramelada se replica con la media luz de las arañas de los palcos delanteros. 


Ese lugar de la monja, el lateral izquierdo, será un espacio acotado, donde se exponen relatos. Ahora es un lugar de culto. Pero la voz de la soprano llega desde un estrado, como si el personaje de la monja estuviese desdoblad.


La importancia de ese espacio es que siendo el mismo, cambiará de carácter en los sucesivos episodios. Asegura la continuidad receptiva dentro de las peripecias. El lugar de culto se transformará en local bailable y en laboratorio científico.


La tercera parte es sobre Mondrian y el movimiento artístico “El estilo” (De Stilj). Mientras el coro canta textos del matemático y teosofista Schoenmaekers, se despliega un juego de luces lineales. Verticales y horizontales, un geometrismo caro al pintor. “La figura perfecta es la cruz”, “las líneas prolongadas nunca se cierran”, “concepto de opuestos con orden”, “concepto de lo abierto e ilimitado”.  


Se ha introducido un piano en el lateral derecho. La coreografía replica la configuración de las imágenes. Abstracción geométrica. Los bailarines conforman líneas y conjuntos. Se cruzan en línea recta, de frente y de perfil, a lo largo y a lo ancho, hacia adelante y hacia atrás. Corridas y un boogie-woogie estilizado. El quinteto de saxos sostiene el ritmo,  mientras una bailarina se desprende del grupo. Frente a un micrófono de pié relata la obsesión de Mondrian por el baile.


EL ESPÍRITU Y LA MATERIA ( LO EFÍMERO ES ETERNO)
En la cuarta y última sección, el coro interpreta fragmentos del poeta Willem Kloos: “Sueño de hermosa muerte y eterno deseo…”. A la derecha se ha introducido un elevado proyector cinematográfico y a la izquierda una pantalla de pié. Rueda el celuloide, ronronea. Pasa.
Madame Curie expone fragmentos de su discurso de aceptación del Premio Nóbel y de su diario personal, escrito luego de la muerte de su marido Pierre. La relatora se ubica ante el micrófono de pié. La utilería ha convertido en un laboratorio el espacio acotado.  


La actriz Analia Couceyro dice su parte con emoción contenida. (Tuvo la gentileza de facilitarme el texto. Extraigo estos fragmentos. Jirones de fragmentos).


“El procedimiento químico para aislar el radio…y caracterizarlo como un nuevo elemento…y  las sustancias que denominé radioactivas…las usé…las realicé…las mantuve. ..afirmo que la gran distinción que me ha sido conferida fue motivada por esta labor conjunta y es por ende un homenaje a la memoria de Pierre Curie”.


“Mi amado Pierre, estás siempre en mis pensamientos, me estalla la cabeza y se me nubla la mente. Simplemente no logro entender que deba seguir viviendo sin volver a verte, sin poder sonreírle una vez más a mi compañero del alma”.


“Mi Pierre, después de dormir muy bien, me levanté en calma. No pasó ni un cuarto de hora, y ya quise aullar como un animal salvaje”.


“Mi pequeño Pierre, cómo quisiera poder contarte que el vellocino de oro está en flor, que las glicinas, los espinos y los lirios tienen capullos. Cómo los hubieras disfrutado. También te diría que me asignaron tu cátedra y que hubo incluso algunos imbéciles que me felicitaron”.


“Paso todo el día ocupada en el laboratorio. No creo que haya nada que pueda disfrutar que no sea el trabajo científico, y ni siquiera eso, ya que de triunfar, no lo soportaría sin que tú lo supieras”.
En el final silencioso de la ópera “La Materia”, el sentimiento humano desborda como espiritualidad. Las recurrencias en la obra son constantes. Se advierten durante su desenvolvimiento. Las intenciones implícitas, las metáforas musicales e intertextuales cobran sentido en una reflexión posterior, con el panorama completo. 


“Lo efímero es eterno” era el título de una obra cuya escenografía proyectó Mondrian.
La parábola de la obra es rica en significados. Ese final silencioso quizás explique los apabullantes martilleos del principio, como símbolo de un avance industrial. Y los peligros que se ciernen sobre la humanidad, debido al usufructo del saber, aplicado al progreso indiscriminadamente. La propia Madame Curie murió afectada por su exposición a la radioactividad.  


OSVALDO ANDREOLI