Primera sesión del ciclo Colón Contemporáneo
MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES
Teatro Colón
Sábado 25 de Febrero de 2017
Escribe: Carlos Ernesto Ure
“De Materie”, concierto escénico para soprano, tenor, dos recitadores, coro, ensamble de saxos y orquesta, con textos de Marie Curie y autores holandeses y música de Louis Andriessen.
Con Oriana Favaro, Robin Tritschler, Analía Couceyro y Samanta Vibart. Coreografía de Edgardo Mercado
Iluminación de Germán Lorenti
Videos de Minou Maguna
Proyecciones analógicas de Andrés Denegri
Puesta de Heiner Goebbels.
Bailarines (Vanesa Tempone),
Nonsense Ensamble Vocal de Solistas,
Cuarteto Sigma Project y Orquesta (Pablo Druker).
El sábado, con aceptable aire acondicionado y ante una sala de concurrencia bien diversa, el Colón ofreció la primera sesión de su Ciclo Contemporáneo. Se presentó en la ocasión “De Materie”, “concierto escénico” de Louis Andriessen (Utrecht, 1939), obra dividida en cuatro partes y alrededor de una hora y tres cuartos de duración ininterrumpida. Anodino, de inspiración abstrusa, puede afirmarse que el trabajo del compositor holandés, escrito hace unas tres décadas, pareció realmente pasado de moda y no justificó por cierto el costo importante de su producción.
Heterogeneidad absoluta
Lo primero que debe decirse es que el despliegue musical de las distintas secciones de “De Materie” resultó como factor dominante de una asombrosa diversidad estilística. Pero además de ello, sus líneas vocales ofrecen escaso interés (el pequeño coro se maneja en muchos tramos con tendencias homófonas), la trama dramática exhibe una intención intelectual poco lograda acerca de la vinculación entre la materia y el espíritu y las conjugaciones armónicas son casi siempre vagas o ingratas. Cabe agregar a esto diseños melódicos plasmados a través del encadenamiento de sonidos de naturaleza percutiva, el excesivo estiramiento de las secuencias y la reiteración de recursos (los acordes en fortissimo del inicio, las campanas de la tercera escena, la extensión de los martillazos sobre las cajas de metal), para concluir que se trata en verdad de una obra experimental, de meras búsquedas tímbrico-sonoras y aspiraciones sin duda satisfactorias para su autor pero fallidas en su sustancia artística final.
Tras cuatro años de elaboración, “De Materie” se estrenó en Amsterdam en 1989. A partir de allí tuvo apariciones irregulares, hasta que Heiner Goebbels, multifacética figura de la escena alemana lo rescató en 2014 para la Ruhrtriennale. Esta verdadera exhumación puso la pieza de nuevo en circulación a partir del talento del “regisseur” germano, quien le aportó una nueva concepción, destinada al teatro lírico, a través de una puesta de buenos movimientos, fluidos desplazamientos de volúmenes e instrumentistas y vigor lumínico, así como también sombras, tensiones, acciones coreográficas, videos, y un contexto escenográfico decididamente inteligente.
Los intérpretes
Discípulo de Berio (cuya creación tiene por cierto otra cohesión), el tedioso pastiche de Andriessen fue dirigido con seguridad y precisión por Pablo Druker, quien condujo una atildada orquesta “ad hoc”, con pocas cuerdas y muchos vientos y percusión, además de guitarras, celesta, y pianos. Por su lado el Nonsense Ensemble (coro de ocho voces) se manejó con la uniforme aplicación adecuada a la partitura, y las recitadoras Analía Couceyro y Samanta Vibart (también bailarina) lo hicieron con esmero al igual que los solistas vocales, el tenor británico Robin Tritschler y nuestra compatriota la soprano Oriana Favaro, destacada especialmente a mérito de las particularidades de su tesitura.
Calificación: regular
Carlos Ernesto Ure