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Acerca del estreno de “La prohibición de amar”  en el Colón

 

Escribe:  NESTOR ECHEVARRIA

Publicada en Revista Sinfónica, Montevideo

 

 

 Siempre que se produce una exhumación de características   como la que aquí comento, el estreno argentino de “La prohibición de amar” (la segunda opera de Richard Wagner, compuesta a los veintidós años de edad, y que el músico siempre  denostó, cuando debió hacer un recuento de su vida,  pueden aparecer opiniones adversas, tendiendo a polémicas. Pero no cabe ninguna duda que hay un factor interesante en este caso¨,conpcer a un compositor harto consagrado en el universo lírico, en un trabajo tempranísimo, casi un ensayo juvenil. Y en este punto, por tratarse de Wagner, sin duda esta presente desde la curiosidad hasta el examen musicológico y analítico del caso.


Como se trato de una puesta del prestigioso Teatro Real de Madrid, transcribo aquí la critica que mandé a la querida revista RITMO de Madrid. decana del periodismo musical español, con mas de 900 números publicados en sus casi 90 años de existencia, de la cual tengo el alto honor de ser corresponsal permanente en la Argentina desde hace tantísimos años –mas de cuarenta- publicando mes a mes todo lo que sucede en este medio.  El texto completo de mi envío es el que sigue y transcribo.  

 
Wagner juvenil en el Colón

Se conoce la postura de Richard Wagner respecto de su juvenil ópera “La prohibición de amar”, basada en “Medida por medida” del gran William Shakespeare. Ahora bien ,el compositor también escribía  que “solo quería sacar a luz la inmoralidad de la hipocresía y cuanto existe de contrario en la naturaleza en la rigidez de las leyes morales”(sic) Por cierto que a los 22 años estaba componiendo este su segundo titulo, y nunca quiso  volver a hablar del estreno en Magdeburgo (una sola función, con problemas) en el resto de su carrera.


Lo cierto es que el contexto, trasladado de Viena a Palermo fue generando esa intención de opera cómica que se desdibuja bastante, y que en la versión ofrecida, que no es otra que la realizada en el Teatro Real de Madrid con la exhumación  de esta juvenil realización wagneriana, se pudo apreciar  como una expresión juvenil y prometedora del músico de Leipzig.


Contando con la referida propuesta escénica, colorida, surtida de efectos y algo “kitsch” del danés Kasper Holten, pareció que las intenciones cómicas de la puesta con elementos escenograficos que coadyuvan a ello, no encuadra tanto en la  densidad y estructuración de una partitura que a esa edad ya proponía el compositor germano y que, de cualquier modo, de comicidad tiene muy poco.


Donde mas se escucharon tenues risas es en la estampa, de Wagner,durante la obertura, haciendo movimientos  (por computación) de ojos y boca, expresando asi sorpresa, desagrado,agrado,etc. En  el resto de la obra, poco o nada.


Es así que la versión que dirigió el maestro eslovaco Oliver von Dohnanyi fue muy correcta logrando respuesta  adecuada en la Orquesta Estable del Colón.


Lo que si pudo advertirse, mas allá de que el espectáculo semejara un ensayo de estilo de un estudiante avanzado pero genial a futuro,  fue una solida actuación de las figuras invitadas, cantantes de valía  como la soprano noruega Lise Davidsen, ganadora de varios concursos que fraseo con calidad, con franca  y fluida emisión y legato en el rol de Isabella.


Por su parte, la joven soprano española, nacida Sabadell,  Maria Hinojosa mostró registro lírico parejo y agradable como Dorella, completando el reparto muy en carácter el tenor germano Meter Lodahl ,  su compatriota el bajo Christian Hubner ,  Hernán Iturralde y otros del elenco estable en competente  nivel y preparación todos.


En suma, la visión (y audición) de un Wagner diferente, atípico, que deseaba presentarse ante sus compatriotas como un novedoso compositor, influido también por las fuentes históricas de la operística italiana con algunos pasajes reconocibles, y lo curioso también que el titulo de “ La prohibición de amar,” censurado por  presunta intencionalidad procaz, terminó siendo reemplazado, en el estreno y única vez ofrecida, como “La novicia de Palermo” ante el trasplante de medio geográfico. En próximo despacho seguiré con el análisis de la temporada lírica porteña. Hasta entonces.


Néstor Echevarría

 

www.teatrosliricos.com.ar        /       nestor_echevarria@yahoo.com.ar