La gran noche de Javier Camarena
Teatro Colón
Jueves 27 de julio de 2017
Escribe: Roberto Falcone
Fotografías: Teatro Colón, Arnaldo Colombaroli
Javier Camarena (tenor)
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires
Director: Enrique A. Diemecke
Programa:
Charles Gounod:
- Obertura de Romeo y Julieta
- “Ah! lève-toi, soleil!” de Romeo y Julieta
Georges Bizet:
- “Je crois entendre encore” de Los pescadores de perlas
Gioacchino Rossini:
- Obertura de El barbero de Sevilla
- “Sì, ritrovarla io giuro” de La Cenerentola
Gaetano Donizetti:
- “Ah! mes amis!... Pour mon âme” de La hija del regimiento
- Tombe degli avi miei… Fra poco a me ricovero” de Lucia di Lammermoor
- “Povero Ernesto… Cercherò lontana terra” de Don Pasquale
Giuseppe Verdi:
- Obertura de La forza del destino
- “Lunge da lei… De’ miei bollenti spiriti” de La Traviata
- “La donna è mobile” de Rigoletto
Sala: Teatro Colón
La noche del 27 de julio, en el Teatro Colón quedará en la memoria de los amantes del buen canto, que asistieron al debut del tenor mexicano, Javier Camarena, en un concierto de arias de ópera, junto a la Filarmónica de Buenos Aires, dirigida por el Maestro Diemecke.
Javier Camarena es uno de los cantantes más importantes de la actualidad dentro en la cuerda de tenor lírico ligero, y llega al Colón en la plenitud de su carrera y sus medios vocales.
Ofreció un generoso programa, donde desplegó todo su potencial vocal y expresivo al servicio de una técnica depurada y sobre todo, de una entrega emocional que sólo los grandes cantantes pueden transmitir. Camarena conoce muy bien lo que canta y cómo debe cantarse. Camarena no solo emite notas excepcionales, también transmite emociones.
Camarena no es el cantante que sólo tiene una gran técnica para mostrar, tiene también el sentimiento que la música y las palabras que Gounod, Bizet, Rossini, Donizetti y Verdi expresaron al componer las arias que el tenor interpretó.
Voz muy bella, con un volumen del que nadie en la sala podía quejarse, bien colocada, comodidad en la emisión, agudos seguros y contundentes sostenidos con prolongada firmeza, confirman que Camarena es realmente, el gran cantante que nos asombraba en grabaciones y videos o por las proezas de sus bises en el Met y el Real.
Puntos culminantes del concierto, fueron sus interpretaciones de “Je crois entendre encore”, de Los pescadores de perlas, de Bizet, y “Ah, mes amis!” de La hija del regimiento de Donizetti. La primera, cantada con exquisito buen gusto y una emisión afiatada, de técnica insuperable, remitiéndonos a lo que en la misma pieza, hacen Gigli o Gedda. La segunda, uno de sus “caballitos de batalla”, la famosa “aria de los 9 Do”, que popularizaran en su momento, Pavarotti, Kraus y Blacke, con impecable técnica y soltura.
Visiblemente conmovido por el favor del público, Camarena ofreció 3 canciones populares como bises: "Alma mia", de Maria Grever; "Granada", de Agustín Lara y "El día que me quieras" de Gardel y Lepera, ejecutadas con gran sensibilidad de expresión y refinamiento vocal.
El Maestro Diemecke, al frente de la OFBA, no se limitó a acompañar al cantante; contribuyó con él respirando, fraseando y haciendo música en cada una de las piezas que se interpretaba. Muy logradas fueron las 3 oberturas a cargo de Filarmónica: Romeo y Julieta de Gounod; El barbero de Sevilla, de Rossini y La Forza del destino, de Verdi. Figuraba en programa la obertura de Don Pasquale, de Donizetti, que no fue ejecutada.
En resumen, una velada para el recuerdo.
Las preguntas del millón; ¿volveremos a ver a Camarena en el escenario del Colon?. ¿Veremos alguna vez a los artistas de renombre mundial, que nos han visitado para recitales, como
Camarena,..etc, etc,. Esta es la gran deuda que el Teatro Colon tiene con su público desde hace muchísimo tiempo y que necesita indispensablemente pagarle para llamarse Teatro de primera categoría.
Roberto Falcone