Un Ballo in Maschera por Melodramma
Interesante Versión
Teatro Avenida
El viernes 22 de Septiembre de 2017
Escribe: Graciela Morgenstern
“Un Ballo in Maschera”, de Giuseppe Verdi
Libreto: Antonio Somma
Elenco: Haydée Dabusti, Nicolás Sánchez Bongiovanni, Omar Carrión, Natalia Quiroga Romero, Anabella Carnevali, Alejandro Schijman, Gustavo Vita y Hugo Negrete Blanco.Coro Orfeón San Ignacio
Director: Víctor Betinotti
Coreografía: Teresita Campana
Vestuario: Mariela Daga
Iluminación: Fernando Micucci
Escenografía y régie: Lizzie Waisse
Director de orquesta: Ronaldo Rosa
Sala: Teatro Avenida
Melodramma presentó una versión muy interesante de la ópera de Verdi "Un Ballo in Maschera", en el Teatro Avenida. El interés recayó en una versión muy cuidadosa del estilo del compositor, tanto en el plano musical como visual.
Gustavo III, rey de Suecia, muere asesinado en medio de una gran fiesta de disfraces. Se cumple así lo que la adivina Ulrica le había predicho. El autor del crimen: Anckarström, su secretario y amigo. El motivo aparente: una conspiración política. La verdadera razón: Anckarström había descubierto que su esposa, Amelia, amaba al monarca. Parece un artículo extraído de la llamada prensa amarilla. Sin embargo, se trata de una versión muy simplificada de Un Ballo in Maschera, ópera de Giuseppe Verdi con libreto basado en "Gustave III ou le bal masqué, de Eugène Scribe, estrenada en 1859, tras una historia de censuras.
El rol de Riccardo presenta muchas dificultades, tal como lo han confesado la mayoría de los grandes divos que lo han tenido a su cargo. En esta oportunidad, el tenor Nicolás Sánchez Bongiovanni, debutante en nuestro medio, exhibió un material vocal importante, con squillo, bello timbre y caudal suficiente. Asumió el rol con valentía y buena línea de canto, especialmente en sus arias "Di tu se fedele" y “Ma se m’è forza perderti”. Es un elemento muy joven con muy buen potencial y aunque debería cuidar su emisión, sería importante tenerlo en cuenta para futuras actuaciones.
Haydée Dabusti cumplió con el rol de Amelia, con musicalidad y buen legato. Aunque debutaba este personaje, puso su experiencia y notables condiciones vocales al servicio del mismo, así como también una actuación convincente, especialmente en su conmovedora aria "Morró, ma prima in grazia".
Otro debutante en esta ópera fue Omar Carrión, cuyas cualidades vocales ya son bien conocidas en nuestro medio. Con sonidos firmes, bien centrados y buen fraseo , realizó una muy buena actuación.
Natalia Quiroga Romero posee brillante agilidad vocal, así como el peso para la línea aguda en los ensambles. Presentó un Oscar chispeante y vivaz, de gran pureza vocal.
En tanto, sobresaliente en todo sentido resultó Anabella Carnevali como Ulrica, por sus importantes recursos vocales, una emisión pareja en toda la extensión de su registro, especialmente sus graves poderosos y su muy buena actuación.
Alejandro Schijman, Gustavo Vita y el resto del elenco de solistas realizaron una buena labor.
Muy buena fue la intervención del Coro Orfeón San Ignacio, que tiene un papel muy importante en esta obra. Bajo la dirección de Víctor Betinotti , hicieron honor a la preponderancia que Verdi les otorga.
De la misma manera, fue muy acertada en general, la conducción de Ronaldo Rosa, al frente de la Orquesta. Aunque reducida por falta de espacio suficiente en el foso, sonó equilibrada, con tiempos precisos, dio brillo y realce a la partitura.
La producción escénica, a cargo de Lizzie Waisse fue, en general, acertada, con una marcación clara de solistas y masa coral y respetuosa del libreto. No forzar el argumento para transmitir su propio mensaje, en lugar de lo que compositor y libretista quisieron comunicar, es de por sí, un mérito importante en los días que corren. La escenografía, también de su autoría, consistió en la presencia de pocos elementos pero funcionó con eficacia, al igual que la iluminación diseñada por Fernando Micucci. El vestuario de Mariela Daga fue bello y estuvo en concordancia con el tono general de la puesta. Las escenas coreográficas fueron excesivas y en muchas ocasiones, molestas e injustificadas, como en la "duplicación" del paje Oscar que con sus saltos y volteretas, distraía de la verdadera escena y del canto o la presencia de bailarinas mientras la orquesta afinaba los instrumentos. Pero haciendo esta salvedad, el aspecto visual estuvo bien logrado.
En suma fue esta una función muy interesante, con tres cantantes debutando en sus roles con buenos resultados y la formidable actuación de Anabella Carnevali, a lo que se sumó el eficaz rendimiento de Natalia Quiroga Romero y el resto del elenco, incluyendo coro y orquesta, en el marco de una puesta en escena adecuada. Al finalizar la función, el público reaccionó con cálidos aplausos.
CALIFICACIÓN: MUY BUENA
