FUNDACION CHOPINIANA
Palacio Paz
Miércoles 11 de octubre de 2017
Escribe: Lic.Francisco Troccoli
GIULIO BIDDAU - pianista
Programa:
M. RAVEL
- Menuet Antique
- Jeux d’eau
- Gaspar de la nuit
- Ondine – Le gibert - Scarbo
F. CHOPIN
- Barcarola Op. 60
- Balada Nº 4 op. 52
- Andante Spianato e grande polacca brillante op. 22
Chopiniana con su Festival Internacional de Piano sigue sorprendiéndonos por los pianistas que selecciona para su temporada.
En esta ocasión nos presentó al talentoso pianista italiano Giulio Biddau, que entre otros maestros fue alumno de Sergio Perticaroli y Aldo Ciccolini, ambos conocedores de la “Dinámica Pianística” de Attilio Brugnoli.
Ciccolini fue el que colaboró en el año 2011 para la reaparición del tratado de Brugnoli, pues el original había sido editado por Ricordi Milano en el año 1926 pero lamentablemente por un incendio en el edificio de la editora, desaparecieron las matrices.
Volviendo al pianista de la velada del miércoles pasado Giulio Biddau, en todo momento demostró haber sido preparado por la técnica disciplinada que nos legó el gran maestro Brugnoli.
Su toque es tan perfecto que puede realizar el pianísimo más sutil y el fortísimo sin agredir. Biddau combina su magnífica dinámica acompañada de gran talento y sensibilidad que el auditorio podría quedar horas disfrutando de su arte.
El programa fue confeccionado con dos autores, uno impresionista y el otro romántico.
De Ravel se escuchó el Minué antiguo (obra poco tocada en piano) cuya estructura evoca justamente al minué del período barroco.
Luego interpretó Juegos de agua y Gaspar de la noche con todas las sutilezas y la grandiosidad de Scarbo, siempre atendiendo fundamentalmente al sonido diáfano y agradable.
En la segunda parte Biddau nos brindó tres grandes obras de F. Chopin. Aquí demostró que su técnica está al servicio de la interpretación.
Delicada Barcarola, contundente 4ª Balada, sutil Andante Spianato y brillante Polonesa op. 22. Ante la insistencia del público y fuera de programa el pianista nos interpretó un Nocturno de Chopin y dos Sonatas de Domenico Scarlatti.
Fue un placer haber escuchado a Giulio Biddau.