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EL FRUTO DE UN EXCELENTE TRABAJO

 

Teatro Colón

Miércoles 25 de Octubre de 017

 

Escribe: Donato Decina

 

 

Mozarteum Argentino Temporada 2017:

Actuación de la OrchestreNationel du Capitole de Toulouse, Director: Tugan Sokiev.

Solistas: Bertrand Chamayou (Piano), LucienneRenaudin Vary (Trompeta).

Programa: Obras de Shostakovich, Debussy y Stravinsky. 

 

NUESTRA OPINION: EXCELENTE (+)

 

Cuando hace cinco años la Orchestre National du Capitole de Toulouse regresó al país de la mano de Tugan Sokiev (y también con Bertrand Chamayou como solista), tuve una impresión mas que inmejorable, principalmente porque en aquella oportunidad mi lógica ansiedad radicaba en como este joven director trabajaría de modo tal de no hacer recordar al legendario Michel Plasson, su histórico conductor quién desde su podio y por treinta y cinco temporadas marcó el pulso musical del Organismo. La mas electrizante versión en vivo que este cronista recuerde de la “Sinfonía Fantástica” de Héctor Berlioz confirmó que estábamos ante la presencia  de un interesantísimo conductor y a un organismo musical en franca superación.  Hoy, su actualidad marca que el fruto del trabajo de Sokiev al frente de la agrupación Gala ha logrado ubicar a la “Capitole”, sin dudar, en una de las tres mejores Orquestas Francesas de la actualidad. Y no sería nada raro que en poco tiempo mas expresemos que le esté discutiendo palmo a palmo el primer lugar a la mismísima Orquesta de París y que vaya camino a insertarse en el “Top” de las Orquestas del viejo continente.  Ya desde el comienzo con una imponente versión de la Obertura Festiva en La mayor del Op. 96 de Dimitri Shostakovich, plena de colorido, brillo,  musicalidad y detalles (y en la que por momentos Sokiev mismo toma la batuta con sus manos por los dos extremos y con mínimos gestos deja que los músicos hagan fluír la música) nos dimos cuenta del franco crecimiento que logró el Director Ruso con la Orquesta de Toulouse. Mas ajustada, mayor musicalidad, secciones todas de una calidad poco frecuente y un sonido de bellísimo esmalte, bien Europeo. Y luego de eso nos entregamos al pleno disfrute de la velada, comenzando por el retorno al escenario del Colón de Bertrand Chamayou, acaso hoy por hoy uno de los mas notables músicos Franceses. Y junto a el, una jovencísima Trompetista (18 años) Lucienne Renaudin Vary. Inmediatamente sobrevino el recuerdo de la versión que para el Festival Barenboim hicieran Martha Argerich, junto al Gran Pianista y Director con la West Eastern Divan Orchestra. Y en la comparación entonces fue que hasta para alguien de la experiencia de Barenboim, el “torbellino” Argerich terminó imponiendo entonces su valedero y personalisimo criterio, pero ocurre que ese criterio no siempre se ajusta para la interpretación de la obra. Recuerdo claramente como el trompetista de la Orquesta del Diván quedó “pagando” con el pulso de Argerich, evidentemente distinto de lo trabajado en el ensayo. Y en esta oportunidad ocurrió que lo escuchado fue Shostakovich en estado puro, con Sokiev marcando la pauta y obteniendo de las cuerdas de la “Capitole” una belleza de sonido y una tersura estupendos.

 

Bertrand Chamayou es alguien bien conocido por Nosotros ya sea como solista o en música de cámara (junto a Sol Gabetta) y es acaso unos de los mejores instrumentistas Franceses de la actualidad. Aquí entrego un trabajo en el que el lirismo estuvo siempre presente, su técnica es impecable, su trabajo en los momentos de franca introspección que la obra posee (como en el segundo movimiento) fue increíble y es poseedor de un  sonido de plena pureza. Su conexión con Sokiev, las cuerdas y Renaudin Vary fue total. Y que decir de Renaudin Vary. Que está en plena salida de la adolescencia (18 años) y que con una magnífica irreverencia se planta sobre el escenario descalza (como muchos grandes artistas) y le extrae a su instrumento desde las sutilezas mas increíbles hasta los ataques mas enérgicos con plena seguridad. Y así entre todos construyeron una versión sencillamente formidable. Los solistas entregaron luego una versión de “Adios Granada” de Shostakovich, en donde Renaudin Vary tuvo mayor preponderancia, ratificando ambos las cualidades que les he mencionado.

 

  La segunda parte trajo al escenario dos obras de verdadero “Paladar Negro”. “El Mar” de Claude Debussy y la Suite de la versión de 1919 de “El Pájaro de Fuego” de Igor Stravinsky. La primera fue expuesta en estilo, con un magnífico ajuste de la percusión (que no se desbordó en ningún movimiento) y vientos de una riqueza tímbrica formidables. Para mi gusto podría haber tenido un poquito mas de dinámica en los “tempi”, pero acepto el criterio de Sokiev y el final de la versión tuvo un arrollador paso.

 

  Y el “Pájaro de Fuego” fue objeto de la mejor versión que yo recuerde desde la de Lorin Maazel y la Filamónica de Viena el día de la Primavera de 1985, también para el Mozarteum, aunque sin superarla (Y al escucharla en los audios hasta podemos decir que la de Maazel ya es versión “de culto”). Ajuste, empaste, detalles, riqueza tímbrica y todo lo que a Ud. Se le pueda ocurrir haciendo justicia  a una programación extraordinaria, a la que la insistencia del público (aquí ya en estado total de euforia), le agregó dos “joyitas” mas: una imponente versión de “Le Jardin Feerique” de “Ma Mere l’Oye” de Ravel (si hubiera una próxima vez que sea con Ravel, por favor) y, como no odía ser de otro modo tratándose de una agrupación Francesa , una magnífica versión de la Obertura de “Carmen” de Bizet. Fiesta Completa.


Donato Decina