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DENYCE GRAVES

 

Teatro Colón

 Miércoles 15 de Noviembre de 2017

 

Escribe: Roberto Falcone.


Veintitrés años después de su debut en el Colon, cantando Carmen, la mezzo soprano Danyce Graves, se presentó en el Teatro Colon, en el ciclo del Abono Verde, acompañada al piano por Laura Ward. La cantante norteamericana,  vino a reemplazar a la previamente anunciada soprano Jessie Norman, que por motivos de salud canceló su presentación.


Graves conserva su bello color de mezzo, que conocimos hace ya tiempo.  La región grave y central de su registro están intactas, pero su registro alto, está un poco forzado y sin el brillo de otrora. 


En la primera parte del recital, dedicado a Vaugham Williams, Elgar, Quitler, Falla y Bizet, se desempeñó con corrección. Las 7 canciones españolas, de Manuel de Falla, fueron muy bien servidas, salvo el final de “Polo”, la última de las canciones del ciclo, en el que tuvo un arrebato de dudoso gusto. Todo fue aplausos y elogios en la Habanera de Carmen, con lo que cerró el segmento.


Sin mayor lucimiento, cantó al comienzo de la segunda parte “Acerba voluta”, de Adriana Lecouvreur,  de Cilea. De aquí en más, comienza con lo suyo. Gershwin, Spirituals y algunas canciones americanas fuera de programa.


La intérprete estaba en su salsa, cantando este repertorio, que le quedaba de maravillas, y que los afroamericanos llevan en la sangre. Como detalle especial, dedicó “Swing low, sweet chariot”, a los argentinos víctimas de los sucesos de NY, y a sus familias y puso todo su suyo en un brillante “Witness”, como final del concierto.


En los bises ofreció “Mon coeur s’ouvre a ta voix” del Sanson y Dalila de Saint Saens,  donde fue aplaudida; “Canto negro”, de las cinco canciones negras, de Xavier Montsalvatge, para terminar con el tradicional “O Susanna”, que el público acompañó palmeando .


Buen resultado, en suma, la reaparición de Danyce Graves.