NOBLE PERSISTENCIA
Usina del Arte de Buenos Aires,
Sala Sinfónica
Jueves 29 de Marzo de 2018
Escribe: Donato Decina
Presentación de los Solistas de la Academia Bach de Buenos Aires:
Soledad de la Rosa (Voz Solista),
Pablo Saraví-Gabriel Pinette (Violines),
Marcela Magin (Viola),
Gabriela MassunSovic (Violonchelo),
Fernando Fieiras (Contrabajo),
Andrés Spiller (Oboe),
Fernando Ciancio (Trompeta Piccolo),
Mario Videla (Organo y Dirección).
Programa: Cantatas BWV 12, BWV 199, BWV 156 y BWV 51.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO
Incansable y persistente. Solo así cabe calificar a la labor que Mario Videla viene realizando desde 1983 al frente de la Academia Bach de Buenos Aires. Infinidad de conciertos vespertinos en día Sábado en el Gran Templo de la Iglesia Metodista Central de Buenos Aires en Almagro. Difusión radial a través de “La cantata del Domingo”, en donde emisión tras emisión explica la Cantata Bachiana que se corresponde con el evangelio de ese día. Los aportes realizados a las temporadas de los lamentablemente desaparecidos “Festivales Musicales de Buenos Aires” (“Pasiones” de Bach incluidas). Es un gran acierto por parte de las autoridades de la “Usina del Arte”, el haber programado para esta Semana Santa este concierto al que se lo tituló ”Cantatas Sacras para Celebrar”. Con su natural espontaneidad, Videla explicó cada una de las obras elegidas, la etapa histórica de la composición, el lugar, los encargos y hacia quienes iban dirigidas y desde el vamos quiero dejar especificado un punto de partida. Si bien es conocida mi posición desde el punto de vista interpretativo de mi preferencia por las versiones realizadas con instrumentos construidos a semejanza de la época del genero, con las concepciones de esa época y con la limpieza de sonido y los “tempi” mas aproximados posibles, se sabe bien de que Mario Videla lo hace de acuerdo a su forma de verlo, con instrumentos de la Orquesta moderna, como lo han hecho además sus grandes referentes: Michel Corboz y Hellmuth Rilling y mas allá de que también inmensos interpretes del genero a través de los instrumentos a la usanza de época como (entre otros) Jordi Savall y su conjunto y el “Café Zimermann” vinieron a prestigiar la labor de “Festivales…”. Ahora bien, usted amigo lector tiene todo el derecho a preguntarse que hacía yo allí. Y bien, es por la didáctica de Videla y por esta última etapa que viene realizando, en donde desarrolla sus versiones con”Tempi” casi a la uzansa de esa época, y justamente es lo que encontré una vez mas en esta oportunidad en la “Usina”. La primera parte incluyó la “Sinfonía” (U obertura) de la Cantata BWV 12, a la que se le enlazó la Cantata BWV 199 “Meinherze Schwimmtin blut” (“Mi corazón está bañado en sangre”), elección casi emblemática para estas fechas. Aquí en la “Sinfonía” de la cantata BWV12 una muy importante labor de Andrés Spiller como Oboe solista realzando ese tema inicial dio paso de corrido a la cantata BWV 199 propiamente dicha y aquí encontramos un perfecto ajuste del conjunto,la justeza de los tiempos adoptados por Videla y a una estupenda Soledad de la Rosa, cada vez mas consustanciada con este repertorio, con gratísimo tímbre y estupenda emisión.
La segunda parte ofreció la “Sinfonía” que inicia la cantata BWV 156, con el reconocidísimo aporte de Spiller y la Celebérrima cantata BWV 51 “Jauchezet Gott in allen landen” (Alabad a Dios en todas las naciones) que se inició inmediatamente tras la “Sinfonía” y aquí descolló la labor del trompetista Fernando Ciancio en Trompeta Piccolo que fue de una perfección absoluta, la voz estupenda de de la Rosa, la interesante labor solista de Marcela Magin en viola, mas el notable aporte de Gabriela MassunSovic con una estupenda intervención del Violonchelo y el magnífico “tempi” de Videla, mas ágil aún que en la parte inicial para redondear una labor de muy buena factura.
El final tuvo un simpático agregado como fue preparar junto al público que hizo de coro la versión en castellano del “Coral Schübler”, una obra del siglo XV orquestada por Bach , en la que todos aportamos voces a la música y redondeamos una exquisita experiencia.
Donato Decina