AIDA – TEATRO COLON
Teatro Colón
Martes 31 de Mayo de 2018
Escribe: Roberto Falcone
Aída, Opera en cuatro actos (1871)
Música: Giuseppe Verdi (1813-1901)
Libreto: Antonio Ghistanzoni
Cantantes: Aída (soprano), Latonia Moore; Amneris (mezzosoprano), Nadia Krasteva; Radamés (tenor), RiccardoMassi; Amonasro (barítono), Mark Rucker; Ramfis (bajo) Roberto Scandiuzzi; Rey de Egipto (bajo) Lucas Debevec Mayer, y elenco
Orquesta Estable del Teatro Colón
Dirección musical: Carlos Alberto Vieu
Coro Estable del Teatro Colón
Director del coro: Miguel Martínez.
Ballet Estable del Teatro Colón.
Directora del Ballet Estable: Paloma Herrera.
Coreografía: Alejandro Cervera
Concepción escénica y escenografía: Roberto Oswald.
Dirección de escena, reposición y diseño de vestuario: Aníbal Lápiz.
Iluminación: Rubén Conde
Fue Otello, de Verdi, la opera elegida para inaugurar el Teatro Colon en 1908. Por enfermedad del tenor Antonio Paoli, quien sería el protagonista de esa función, se reemplazó por otra opera del maestro Verdi; Aida.
A partir de entonces, y a lo largo de sus 118 años de existencia, el Teatro Colon ha representado Aida en 37 temporadas incluyendo esta de 2018, sin contar las funciones en temporada de verano o primavera que el Colon solía ofrecer, fuera de sede, en ámbitos como la Sociedad Rural y Parque Centenario. De modo tal, que Aida, de Giuseppe Verdi, cuenta con un inmenso historial en el Teatro Colon, que comprende grandes éxitos, grandes fracasos, y otras funciones que no fueron ni una cosa ni la otra, y que justamente, por esa razón, pasaron al olvido.
Una virtud de la Aida de esta temporada, fue reponer la puesta del Maestro Roberto Oswald, a cargo ahora de Anibal Lapiz. Esto significa, que hemos visto Aida de Verdi ,con la ambientación y la acción escénica que el autor ideó. Excelente despliegue de masas, hermoso vestuario e iluminación apropiada.
El elenco fue bastante desparejo. La soprano americana Latonia Moore, brindo una Aida conmovedora. Con voz bella, y segura de su personaje, supo ganarse inmediatamente el favor del público.
La mezzo soprano Nadia Krasteva se limitó a cumplir con su parte. Tuvo su mejor momento en la “escena del anatema” pero su actuación resultó un tanto exagerada en los gestos y movimientos.
Solo correcto el tenor Riccardo Massi. Su voz carece del timbre heroico y el volumen suficiente que se le requiere a un tenor en el rol de Radamés; además de un excesivo portamento. Cantó su parte sin dificultades pero sin conmover. Curioso; en el programa de mano, figura en su curriculum que ya había debutado en el Colon cantando Don Alvaro, de La forza del destino; nadie lo recuerda, (error quizás en el programa); seguramente pasará lo mismo con su Radamés.
Hay cosas que son inexplicables. Una de ellas es, ¿Cómo llegan al Colon, ciertos cantantes sin la calidad suficiente que un artista invitado debería tener, para presentarse en este teatro?. ¿Alguien del teatro, los escuchó previamente?. El barítono Mark Rucker no tuvo un buen desempeño; ni en lo vocal y en lo actoral. Tuvo momentos de desajuste con la orquesta. Cantó siempre de frente al público, hasta en los momentos que la situación teatral le pedía otra cosa, como por ejemplo en “Quest'assisach'iovesto”; dando la espalda al Faraón y su corte. Claro, de otro modo no se lo hubiera escuchado. Escaso volumen, canto y actuación nada convincentes.
El bajo Roberto Scandiuzzi, mostró su jerarquía y profesionalismo en el rol de Ramfis. Bella voz de bajo, y autoridad en el fraseo y la interpretación.
Correctos los personajes secundarios Marisú Pavon como sacerdotisa y Raúl Irirarte como El mensajero. Buen desempeño de la Estable y el Coro dirigidos por Carlos Vieu. Una coreografía rutinaria la de Alejandro Cervera. Al parecer los integrantes del “baile de los negritos” en el Acto II,han crecido bastante desde la última Aida.
Sin pena ni gloria en lo vocal, pasa por el Colon una Aida más, de la que solo nos acordaremos de la muy buena performance de la soprano Latonia Moore y de la jerarquía profesional del bajo Roberto Scandiuzzi..
Roberto Falcone