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ANA MARIA CATANIA – Clave

Brahama Kumaris. Música para la Paz
Sábado 4 de agosto de 2018

Escribe: Lic.Francisco Troccoli

 

 

 

Programa:

F. Couperin (1668-1733)
- 5 Preludios de: “L’art de Toucher le Clavecín)

G.F. Händel (1685-1759)
- De la suite en sol menor:    Andante-Allegro-Sarabanda y Gigue

D. Scarlatti (1685-1757)
- Sonatas: K 54, 27, 208 y 209

J.S. Bach (1685-1750) - A. Vivaldi (1678-1741)
- Concierto en Fa Mayor

J.P. Rameau (1683-1764)
- De los tres libros para clave: El canto de los pájaros - Alemana – Las tres manos

 

Ana María Catania es una clavecinista de larga trayectoria que se formó en Europa. Estudió en la Academia de Música Antigua de Semur-en-Auxois (región de Borgoña-Francia), la Academia Chigiana de Siena y en el Conservatorio Santa Cecilia de Roma, donde se diplomó además en Dirección de Orquesta Barroca.

 

Su mejor mentora en la disciplina del clave la obtuvo en Roma de la clavecinista y gran maestra Rosa Klarer. Tiene en su haber presentaciones en Europa y Argentina, habiendo obtenido el reconocimiento de “Embajadora de Paz” otorgado por la Organización Mil Milenios de Paz, ente reconocido por la ONU.

 

En este recital Catania ha elegido un programa barroco de autores contemporáneos, que nacieron y fallecieron entre los años 1668 y 1764. La clavecinista posee una depurada técnica, que le permite expresarse dinámicamente con soltura que unida al conocimiento del estilo convierte la sesión en un momentos placentero.

 

En los preludios de Couperin se pudo advertir ese detalle tan característico del estilo francés que es la “inégalité”. A  continuación fueron los cuatro números de la Suite en sol menor de Händel que contrastó con el compositor anterior. Precisión hubo en las cuatro sonatas de Scarlatti y en el Concierto de Bach-Vivaldi.

 

Para concluir fueron cuatro números de los tres libros que integran la música para clave de J.P.Rameau. Del 2º libro y de la Suite en Mi del año 1724 fue el Nº 5 El canto de los pájaros y del Libro 3º el Nº 1 Alemana y el Nº 4 Las tres manos. El virtuosismo de Rameau impone al teclado nuevos recursos técnicos. Se manifiesta en efectos orquestales y colorísticos que exceden las posibilidades de propio instrumento. Así lo entendió Catania y fue un espléndido broche de esta tarde del sábado.

 

Muy aplaudida por un público numeroso, agregó un bis en homenaje a su madre.