Concierto de la OFBA con estrenos en el Colón
Teatro Colón
Jueves 18 de Octubre de 2018
Escribe: NéstorEchevarria
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires
Programa: L’horloge de flore”, para oboe y orquesta de Jean Françaix
“Chemins IV(Sequenza VII), para oboe y once instrumentos de cuerda de Luciano Berio
Selección de “Iberia” de Isaac Albéniz.
Director Jose Luis Domínguez Mondragón
Solista:Nestor Garrote (oboe)
Singular programa el de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en esta ocasión, presentando al director de origen chileno Jose Luis Domínguez Mondragon, nacido en norteña ciudad de La Serena en 1971, y al oboísta de la propia agrupación porteña Néstor Garrote como solista. Porque tuvo que atenerse a presentar dos estrenos en nuestro medio, obras de características disímiles y de curiosa proveniencia, también, desde el punto de la formación y perfil musical de sus creadores.
En primer lugar tuvo efecto el estreno del Concierto para oboe y orquesta, titulado “L`Horloge de flore”(Reloj floral) del compositor francés Jean Françaix(1912 1997), que se inspiró en esta obra para oboe y orquesta de cámara en el libro “Philosophia botánica” del científico y naturalista sueco Carl Linnaeus. Estructurado en siete movimientos que representan flores, tiene un lenguaje tonal, con ciertos dibujos melódicos reiterados y simples. En sus veinte minutos de duración se logró una interpretación efectiva, con buen desempeño del oboísta Néstor Garrote, perteneciente a la agrupación porteña.
Ahora bien, cuando el director entró en la composición de Luciano Berio (1925-2003), compositor italiano de tendencia moderna y reconocida, simplificó mas el orgánico de la OFBA, formado en este caso con oboe solista y once instrumentos de cuerda. Había previamente explicado el sentido de la obra escrita hace casi medio siglo y dedicada al famoso oboísta suizo Heinz Holliger.
La obra de Berio proviene de la llamada Sequenza VII y sobre ella crea texturas variadas en sus apenas once minutos, con el predominio de la nota Si que expone reiteradamente el oboe en sus primeros compases También aquí la versión fue ajustada y prolija por parte del director y los intervinientes, y se cumplimentó de tal modo el estreno anunciado en el programa.
En la segunda parte en tanto, la orquesta ya debió estar constituida de una manera muy completa en instrumentos y numero de músicos. Se escuchó “Iberia”, una obra de Isaac Albéniz escritapara piano –gran condición del célebre y virtuoso músico español- evocando fiestas, lugares y danzas de la Madre Patria. La suite orquestal realizada por FernándezArbós trasmite esas texturas y el orgánico se amplíaconsiderablemente en lonumérico.
Aqui las texturas y el briillo no fueron tan manifiestos, pero la actitud de director y concertador trasandino Domínguez Mondragón en el podio puede considerase digna y eficaz ante la diversidad de lenguajes y ópticas de compositores disimiles. El resultado del concierto dejo entonces un saldo en resumidas cuentas,para abonados y público, formativo.
Néstor Echevarría
Calificación: Muy bueno