Lucido cierre de la Filarmónica en el Colón
Teatro Colón
Jueves 6 de diciembre de 2018
Escribe: Néstor Echevarría (La Prensa,18-12-8)
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.
Programa :Concierto Nº2 para piano y orquesta en Si bemol mayor, op.83 ,de Johannes Brahms
Cuadros de una exposición (orquestación de Maurice Ravel) de ModestMussorgsky.
Director:Enrique Arturo Diemecke
Solista: Jorge Federico Osorio (piano).
Fue un cierre casi festivo para este año y de especial brillo, el del concierto de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en el Colón.el último jueves. Y un lucimiento singular para la agrupación, impecablemente preparada por su director titular, el maestro Enrique Arturo Diemecke, para completar así el decimoctavo programa del ciclo de abonos.
Por una parte, la elección de “Cuadros de una exposición”, que alude a la exposición que el compositor ruso Modest Mussorgsky visitó con emoción y reflejó en una suite para piano en 1874, para su amigo Victor Hartmann y que Maurice Ravel, mas adelante, en 1922, a instancias de Serge Koussevitzky, realizó la espectacular orquestación que perdura como un hito del repertorio sinfónico. Por sus soluciones tímbricas, combinaciones y respeto al original pianístico, mostro el músico francés su magistral dominio sinfónico y dejó una obra imperecedera , capaz de dar pleno lucimiento a las grandes orquestas.
Diemecke, desde el podio, de memoria y sin batuta como siempre acostumbra, expuso una versión brillante, exquisitamente plasmada en todas las secciones del organismo sinfónico, que en el último número (el décimo de la partitura) titulado “ La gran puerta de Kiev”, arrancó una casi interminable ovación de despedida de la función y del organismo hasta la próxima temporada, anunciada días atrás.
En la primera parte se ejecutó con nobleza y corrección pianística del mexicano Jorge Federico Osorio, oriundo de la Ciudad de México, donde nació en 1951, el extenso concierto (mas de cincuenta minutos) Nº 2 para piano y orquesta en Si bemol mayor op.83 de Johannes Brahms, con sus cuatro movimientos en vez de los tres habituales entonces (el agregado es un scherzo, el “Allegro appasionato”) . Se pudo apreciar en esta oportunidad al pianista invitado, ratificando sus méritos aquilatados en actuaciones en América del Norte y Europa traduciendo con nobleza su pianismo en acertada correspondencia con el director y la orquesta.
Néstor Echevarría
Calificación: Excelente