En el Colón
Lucido concierto inaugural de la Filarmónica
Teatro Colón
Jueves 28 de marzo de 2019
Escribe: Néstor Echevarría
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.
Programa: Concierto Nº1 para piano y orquesta en Si bemol menor, op.23 de Piotr Ilich Tchaikovsky
Selección de la ópera “El príncipe Igor” de Alexander Borodin.
Dirección Enrique Arturo Diemecke
Solistas:Alexander Romanovsky (piano) y Jaquelina Livieri (soprano).
Coro Estable dirigido por Miguel Martinez.
La apertura del nuevo ciclo de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en el Colón, que significo a la vez la primera función de la nueva temporada, apuntó esta vez, temáticamente, al romanticismo musical ruso, involucrando dos diferentes vetas y protagonistas de su importante tradición.
Piort Ilich Tchaikovsky, (1840-1893) el gran compositor que internacionalizó su accionar hacia el mundo europeo y norteamericano, con su amplísima y variada producción genérica, y por otro lado , el perfil de genuino acento vernáculo, localista, de Alexander Borodin (1833-1887), cuya mayor transcendencia está ligada a su importante opera “El príncipe Igor”, que no llegó a terminar y completaron sus colegas Glazunov y Rimsky-Korsakov.
Esta vez el director mexicano Enrique Arturo Diemecke, eligió este programa para la apertura del ciclo de dieciocho conciertos previstos de la OFBA para el ciclo de abono, y logró dar a ambos compositores el sesgo estilístico y conducente a versiones de jerarquía.
En el caso del Concierto para piano y orquesta Nº 1, en Si bemol menor, op.23, de Tchaikovsky se presentó el pianista ucraniano Alexander Romanovsky, de treinta y cuatro años, que ofreció una enjundiosa versión del concierto tchaikovskiano, de mas de media hora de extensión, ya sea en su movimiento inicial, un extenso “Allegro” de conocidas y brillantes melodías, como en el resto. Su digitación resultó clara y muy precisa y el acompañamiento orquestal llevó la versión a un destacado nivel. Como complemento de su debut entre nosotros, Romanovsky agregó un arreglo de un preludio bachiano.
Al empezar la segunda parte, con micrófono en mano, Diemecke, a la vez director artístico de la institución, anunció la triste noticia del fallecimiento del célebre pianista, director y compositor Andre Previn, producido en Nueva York a los 89 años, logrando homenajearlo con prolongados aplausos en la sala. Habida cuenta que el estreno local de su primera ópera “Un tranvía llamado deseo”, basada en el clásico de Tennessee Williams, se avecina en la programación presentada..
Enseguida se escucharon las escenas seleccionadas de ”El príncipe Igor” de Borodin, divididas en cinco partes, desde la obertura hasta las célebres danzas polovtsianas, pasando por las intervención solista para soprano “Bajo el sol del dia” expuesta noblemente por Jaquelina Livieri y el contundente coro “Cantad a la gloria del Khan”, con la intervención del Coro Estable del Colón preparado por Miguel Martínez que, conjuntamente con la Filarmónica, conformaron una amalgama vocal e instrumental de valiosos méritos para evocar esta importante opera rusa y sus momentos destacados. Un trabajo ensuma, enjundioso y consistente.
Calificación: Muy Bueno
Néstor Echevarría