Michael Mc Hale en el Palacio Paz
UNA NUEVA SESIÓN DEL CICLO DE LA CHOPINIANA
Palacio Paz
Miércoles 11 de septiembre de 2019
Escribe: Carlos Ernesto Ure
Beethoven: Sonata Nºs. 14, en do sostenido menor, opus 27 Nº 2, “Claro de Luna”, y Nº 23, en fa menor, opus 57, “Appassionata”;
Chopin: Vals en do sostenido menor, opus 64 Nº 2, Mazurka en la menor, opus 67 Nº 4 y Balada en fa menor, opus 52 Nº 4;
Field: Nocturno Nº 10, en mi menor y “My Lagan Love”;
Liszt: Paráfrasis de concierto de “Rigoletto”.
Ante todo: se le debe reconocer a Martha Noguera, intérprete distinguida, el enorme esfuerzo puesto detrás del único festival dedicado exclusivamente al piano que tiene lugar año tras año en nuestro país. El ciclo actual, que se desarrolla en su totalidad en el palacio perteneciente a los fundadores de este diario, abrió el 28 de Agosto con el austríaco Ingolf Wunder, prosiguió a sala llena (hubo que agregar asientos) el 4 de este mes con el polaco Krszysztof Jablonski, y en su tercera jornada presentó este miércoles a Michael Mc Hale, instrumentista irlandés de interesante nivel.
Expresión y mecanismo
La velada incluyó dos de las sonatas más renombradas de Beethoven, “Claro de Luna” y “Appassionata”, encaradas ambas por nuestro visitante con singular decisión y aplomo. Es cierto que en más de un momento el discurso, alejado de sutilezas, sin dejar de ser esmeradamente correcto, pareció antes que otra cosa uniforme, tal vez demasiado reconcentrado. Pero debe reconocerse también que aparte de técnica impecable, el pianista de Belfast mostró tensión y lenguaje convincentes y escalas casi aladas en el “presto agitato” de la primera obra.
En cuanto a la otra sonata, fueron remarcables los tiempos justos del “andante” y la agilidad y la rítmica con que Mc Hale encaró el “allegro” final.
En lo que hace a Chopin, un vals, una mazurka y una balada, todas páginas bien conocidas, fueron objeto de versiones un tanto aceleradas, conceptualmente particulares, despojadas de excesiva reflexión.
John Field
Ya en la última parte, nuestro visitante abordó con suave fraseo un Nocturno, de John Field, compositor emblemático de su país (1782-1837), discípulo de Muzio Clementi y precursor incuestionado de esta especie musical del romanticismo, pieza a la cual siguió “My Lagan Love”, canción de Donegal prototípica del folclore irlandés que en su arreglo para piano solo pierde algo de su sabor, vertida no obstante con expresión serena, de meditados matices.
Calificación: bueno
Carlos Ernesto Ure
Próximos Conciertos:
- 16 de septiembre - Pablo Rossi (Brasil)
- 25 de septiembre - Eduardo Delgado (Argentina)
- 2 de octubre - Mark Viner (Gran Bretaña)
- 9 de octubre - Martha Noguera (Argentina)