La temporada se amoldará a la crisis sanitaria mundial
ANUNCIOS EN EL COLÓN
Domingo 3 de enero de 2021
Escribe: Carlos Ernesto Ure
Se estaba esperando alguna indicación de las autoridades de nuestro primer coliseo acerca de las actividades previstas para este año tan particular, y esa señal se venía demorando por razones comprensibles. La incógnita se acaba de disipar a través de una comunicación de María Victoria Alcaraz, directora general del Colón, en la que se delinean los rasgos de una temporada si se quiere un tanto precaria, que necesariamente deberá ajustarse a las condiciones generadas por la pandemia que aflige a todo el planeta.
No habrá abonos
Lo primero que cabe destacar es que ante la imposibilidad de programar series de ópera, de recitales o conciertos que abarquen hasta el mes de Diciembre, no se venderán ciclos de abono. En consecuencia, los interesados deberán adquirir sus localidades en ocasión de cada evento. Las incomodidades que ello implicará son imaginables, pero en definitiva no queda otra alternativa que adecuarse a la realidad de los hechos (es posible que en el devenir de 2021 se vayan organizando grupos de funciones).
Después de precisar que en 2020 el teatro debió reintegrar el importe de ciento cuarenta mil localidades, con todo lo que ello significa financiera y administrativamente, la funcionaria explicó que se está trabajando “para que todos podamos volver a disfrutar de los artistas en la sala. Sin embargo”, aclaró, “la situación sanitaria aún no permitirá que 2021 sea un año habitual, como todos los que disfrutamos antes de la pandemia. Como ocurrió en todas las casas de ópera del mundo, la pandemia cambió las reglas de juego arriba del escenario, detrás de escena y en la sala, afectando al teatro en su conjunto”.
Artistas nacionales
En función de todo ello, el cronograma de espectáculos se irá dando a conocer de manera periódica, y sólo podrá ser utilizada en principio una porción de la sala, que se habilitará entonces con aforo limitado. En los elencos “habrá preeminencia de artistas locales, con formaciones reducidas y recitales”, sin perjuicio de producciones de ópera y de ballet. Sin desmedro de la valía de nuestros cantantes y músicos, la reducción de contrataciones de artistas del exterior no deja de ser lamentable, en cuanto priva al público local de la oportunidad de conocer figuras en general de empinada jerarquía, que han venido enriqueciendo tradicionalmente los escenarios del río de la Plata.
Aparte de Bach, la agenda de la sala de la calle Libertad incluiría en el año que se inicia títulos melodramáticos de Claudio Monteverdi y Benjamin Britten, Igor Stravinski, Olivier Messiaen y el británico Tomas Adès, uno de los más importantes autores operísticos contemporáneos, todo en un arco de amplio espectro que va casi desde los
orígenes del teatro lírico hasta la actualidad.
Por otro lado, el Colón recordará el centenario del nacimiento de Astor Piazzolla y los setenta y cinco años de la muerte de Manuel de Falla.
“Tenemos por delante un gran desafío y una enorme responsabilidad” concluyó Alcaraz “para que el Teatro Colón continúe su tarea como faro de producción cultural y promotor de cohesión para nuestra comunidad”.
Carlos Ernesto Ure