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Joyce Di Donato iluminada por la luz de la música y de la excelencia

 

Presentado por el Mozarteum Argentino

Teatro Colón

Domingo 5 de diciembre de 2021

 

Escribe: Alejandro Domínguez Benavídes

 

 

 

                           
                                          
INTO THE LIGHT

Joyce DiDonato (mezzosoprano)
Craig Terry (piano).
 Con la colaboración de:
Lautaro Greco (bandoneón)


Programa:
PARTE I

PARTE II

 

A fines de octubre de 2019, el Mozarteum Argentino, despidió su temporada con el espectáculo In War & Peace: Harmony though Music  que tuvo como protagonista a la mezzosoprano Joyce Di Donato  acompañada por la Orquesta Il Pomo D ’Oro, premiados por la Asociación de Críticos Musicales de Argentina (2019) en las categorías, mejor interprete vocal extranjero y mejor conjunto instrumental extranjero.


Nada nos hacía presagiar hace dos años que a los pocos meses disfrutar de ese espectáculo de artes combinadas, se cerrarían todos los teatros del mundo y entraríamos en un cono de sombra y de silencio inéditos.


Por esa razón la velada del domingo 3 de diciembre  pasado fue al mismo tiempo un acto de resistencia y de acción de gracias. Presenciamos el primer y último concierto de la Temporada 2021 del Mozarteum Argentino y en el escenario como una imagen congelada en el tiempo estuvo Joyce Di Donato. En el 2019 nos invitaba a buscar la armonía a través de la música,  el de este año  la identificaba con la luz que disipa las tinieblas y la esperanza que deja atrás al desaliento.


Y en ese sentido con un hilo conductor temático nos hizo recorrer cuatro momentos: el primero con Purcell,  Händel y  Rossini. En Music, music for a while, el mensaje fue: música por un rato para aliviar las penas, para aventar las preocupaciones; con  el  aria As with Rosy steps the morn,  nos animó, encarnando a Theodora, a seguir  con nuestro virtuoso esfuerzo, el ejemplo de la luz del amanecer  que disipa las tinieblas, esa luz que al final de nuestra vida  nos conducirá a la luz que no tiene fin. Triunfante Señor del día. ¡Tu eres la vida, la luz y el camino!, nos cantó y por último en este bloque siguieron  dos recitativos y dos arias de Juana de Arco y concluyente cantó: “Corre la alegría de corazón en corazón pero ,callado y tímido surge el estupor. ¿Qué se preguntan, quien al Rey salvó? ¡Ah! Vence la virgen que en Dios esperó! “


En este fragmento la mezzosoprano hizo gala de una emisión controladísima, y una magnífica proyección. Conocedora del repertorio barroco y belcantista,supo dar a cada frase su peso, sentido y expresión. Di Donato logra conjugar la técnica con su exquisita sensibilidad, la clave exacta que distingue a una artista cabal.
El segundo momento coincidió con la segunda parte del programa.  En Wesendonck Lieder de Wagner conjugó la dulzura con la energía y la pasión con la nostalgia. A cada canción le dio el toque diferente. Una vez más advertimos una emisión de voz controlada y una proyección emocional íntima que la mezzosoprano logró concretar sin dificultades.


Apenas concluyó la última canción de Wagner Di Donato cambió el clima de la tarde y podríamos decir que comenzó el tercer momento, más distendido, allí logró uno de los momentos más emotivos del atardecer en su comunicación con el público. Alteró el programa y dejó para el final La vie en rose, paradar paso a las ovaciones
El cuarto momento tuvo un marcado color universal, argentino y porteño. Di Donato ofreció tres bises. En Crude furie degli orridi abissi, aria de Serse, de Händel, desplegó su arsenal actoral marcando la furia con gestos apropiados. Luego interpretó Los pájaros perdidos de Astor Piazzolla, una vez más el gran músico argentino logra el merecido reconocimiento en el escenario del Teatro Colón que todavía cierta crítica de música académica asombrosamente le retacea. Y se despidió con una sentida interpretación de El árbol del olvido, de Alberto Ginastera.


Un párrafo a parte merece la actuación del pianista Craig Terry. Su desempeño fue fundamental como preciso y eficaz interlocutor musical de la cantante. Demostró además de un gran talento una visible discreción. El bandonionista Lautaro Greco  se destacó en sus breves pasajes y logró destacarse junto a Terry y DiDonato de manera notable en Los pájaros perdidos de Astor Piazzolla donde el piano, la voz y el bandoneón lograron una conjunción memorable.


Into the light fue en síntesis, una bocanada de aire fresco y saludable, un ejercicio esperanzador y un ejemplo de la actitud que debemos asumir para afrontar las dificultades de la vida siempre con música y por la música.