NABUCCO en el Colón
Teatro Colón
Jueves 2 de junio de 2022
Escribe: Graciela Morgenstern
Fotos: Teatro Colón - Máximo Parpagnoli
Nabucco. de Giuseppe Verdi
Libreto: Temistocle Solera
Reparto:
Nabucco - Sebastián Catana
Abigaille - Rebeka Lokar
Fenena - Guadalupe Barrientos
Ismael - Dario Schmunk
Zaccaria - Rafat Siwek
Anna - Mariana Carnovali
Sumo Sacerdote - Mario De Salvo
Abdallo - Gabriel Renaud
Iluminación, escenografía, vestuario y “régie” de Stefano Poda.
Coro Estable del Tearo Colón - Miguel Martínez
Orquesta Estable del Teatro Colón - Carlos Vieu
"Nabucco", la tercer ópera que Giuseppe Verdi compuso, fue estrenada con éxito en el Teatro Alla Scala, el 9 de marzo de 1842. Su nombre original era "Nabucodonosor" e inmediatamente se la asoció con la situación política italiana, equiparando la opresión que sufría el pueblo hebreo bajo el dominio de los babilonios, con la de los milaneses bajo la dominación austríaca, en 1842. Así fue como se tomó el coro "Va pensiero, sull’ali dorate" como emblema, siendo todavía hoy, considerado por los italianos como un himno nacional.
El Teatro Colón repuso esta obra en una versión que contó con algunas figuras descollantes, comenzando con el coro, al que Verdi otorgó el mismo protagonismo que a los solistas. El Coro Estable brindó un alto rendimiento vocal. Bajo la dirección de Miguel Martínez, cantó de manera precisa y con los matices justos en cada una de sus intervenciones.
Sebastián Catana en el papel protagónico realizó una interpretación correcta, aunque no exhibió recursos vocales o actorales de relevancia.
Rebeka Lokar fue una Abigaille de canto seguro. Sorteó las numerosas dificultades que la partitura le impone, aportando presencia escénica y dramatismo.
Rafael Siwek realizó una buena actuación como Zaccaria tanto en el plano vocal como en el interpretativo.
Otra de las figuras sobresalientes fue la mezzosoprano Guadalupe Barrientos. Brindó óptima calidad interpretativa y homogeneidad en su registro, aportando bello color vocal, importante caudal sonoro e intenso dramatismo al rol de Fenena.
El tenor Darío Schmunck fue un Ismaele de canto pulido y bello color vocal, aunque la puesta en escena no lo favoreció, ya que atentó contra su sonoridad.
El elenco de solistas se completó con las buenas actuaciones de Mariana Carnovali (Anna), Gabriel Renaud (Abadallo) y Mario De Salvo (Sumo Sacerdote).
Excelente resultó la dirección del Maestro Carlos Vieu al frente de la Orquesta Estable. Realizó una interpretación sin quiebras, sobresaliente en todo momento, bien ensamblada, precisa y dinámica, poniendo ritmo y nervio que es lo que requiere "Nabucco".
La producción escénica, íntegramente diseñada por Stefano Poda, fue impactante y estéticamente agradable Mostró un laborioso trabajo de diseño.Presentó un escenario despojado, completamente abierto hasta el fondo, lo que perjudicó la sonoridad de la mayoría de los cantantes. En ese espacio ocurrían todas las escenas, con uso un tanto abusivo del disco giratorio, elementos simbólicos que subían y bajaban y una cantidad de gente que corría enmarañando las escenas, sin un objetivo claro. También contó con unos paneles transparentes que se interponían por momentos, entre el público y la escena. El diseño de iluminación, fundamental en este tipo de propuestas escénicas, fue muy eficaz. El vestuario fue blanco y negro. Nada nuevo bajo el sol. Si el objetivo de esta producción desapasionada, fría, distante y confusa, fue resaltar conflictos universales, difícilmente se haya logrado. Si, en cambio, aunque es dudoso, fue cumplir con el propósito de Verdi y el libretista, eso no sucedió.
CALIFICACION: BUENA
Graciela Morgenstern