La Filarmónica de Buenos Aires dirigida por Srba Dinic
Teatro Colón
Viernes 3 de Junio de 2022
Escribe: Néstor Echevarría (La Prensa 5-6-22)
Programa integrado por la Obertura en Do mayor de Fanny Mendelssohn, el Concierto para flauta y orquesta Nº 2, en Re menor,op.31, de Franz Danzi y la Sinfonia Nº 4 en Do menor,D..417,“Trágica”,de Franz Schubert.
Director: Srba Dinic
Solista Claudio Barile (flauta)
Puede señalarse de entrada que este sexto concierto del ciclo de la Filarmónica de la presente temporada, tuvo en la reaparición del maestro serbio Srba Dinic, que en la pre pandemia dirigiera “Don Pasquale”, un exitoso reencuentro con nuestro público, conociendo ya, su prolongada actuación tanto operística como en conciertos , y que en esta nueva ocasión estuvo a cargo de un programa poco convencional en su primera parte y ya mas conocido y relevante sobre el cierre.
Precedido por un homenaje y despedida de dos músicos de la orquesta por razones jubilatorias, el trombonista Armando Campos, y el violinista Alejandro Wajnerman, el programa se abrió con la curiosa Obertura en Do mayor de Fanny Mendelssohn Hensel, hermana mayor del gran Félix Mendelssohn, como es sabido, uno de los baluartes del romanticismo decimonónico.
En su breve duración de unos diez minutos, dicha obertura demuestra cualidades que derivan de la familia de músicos y se trata de una obra que compuso para orquesta sola, bien estructurada y acorde a una producción donde existen también Lieder y música camaristica y otras obras también redescubiertas, de mayor envergadura. Es bien conocido por esa época el rol femenino, quedaba limitado a veladas sociales.
Siguió luego en la velada el Concierto para flauta y orquesta en Re menor, opus 31, del compositor Franz Ignaz Lanzi, de familia italiana y trasladado a suelo alemán, otro nombre que este concierto de la OFBA rescató de un tiempo de muchos músicos actuantes, y de ellos también deriva el interés que el director serbio con el flautista Claudio Barile como solista, volcó en la velada que nos ocupa., cerrando la primera parte. El instrumentista recibió el consabido ramo de flores y concedió un “encore”, consistente en la breve “Danza de las cabras” para flauta, de Arthur Honegger.
Ahora bien, la segunda parte depararía lo mas atractivo y brillante del concierto al ejecutar la Sinfonia Nº 4 en Do menor,D.417,llamada “Trágica” de Franz Schubert sobre la cual Giacomo Manzoni pone en duda que la denominación de trágica haya sido puesta por el mismo autor. De todos modos la sinfonía schubertiana,, de media hora de duración y en cuatro movimientos, sobresale en su bellísimo “andante” como uno de los mejores momentos melódicos escritos por el músico nacido en Viena. Ahí lució el director serbio Srba Dinic conduciendo la orquesta con precisión y brillo sonoro en sus diversas secciones y un resultado de calidad, dejando una nueva impresión de sus méritos en esta nueva visita.
Néstor Echevarría
Calificación: Muy bueno