En el ciclo del Mozarteum Argentino
Nelson Goerner descollante en el Colón
Teatro Colón
Lunes 5 de septiembre de 2022
Escribe: Andrés Hine
Nelson Goerner, piano
Frédéric Chopin
Balada N.1 en Sol menor, Op. 23
Balada N.2 en Fa mayor, Op.38
Balada N.3 en La bemol mayor, Op. 47
Balada N.4 en Fa menor, Op. 52
Claude Debussy
Estampes
- Pagodes
- La soirée dans Grenade
- Jardins sous la pluie
Issac Albéniz
Iberia, Cuaderno IV
- Málaga
- Jerez
- Eritaña
Siguiendo con el exitoso ciclo de los 70 años de Mozarteum Argentino, se presentó en nuestro máximo teatro el distinguido pianista Nelson Goerner. Oriundo de San Pedro y actualmente residente en Suiza, sus visitas a nuestro país son esperadas con gran anticipación. En esta ocasión su programa estuvo dedicado a obras de Chopin, Debussy y Albéniz .
La cuatro baladas de Chopin son piezas de un movimiento, compuestas entre 1831 y 1842 y se consideran como piezas fundamentales del repertorio pianístico. Se cree podrían haber estado inspiradas en obras de Adam Mickiewicz, pero no es claro cuál sería precisamente la inspiración para cada balada. No se adhieren exactamente a la forma de sonata, mas a una variante con discrepancias especificas, como en las repeticiones al presentar los dos temas de la exposición en orden inverso durante las repeticiones.
"Estampes" de Debussy es una suite con tres movimientos. El primero, "Pagodes", hace extenso uso de escalas pentatónicas que recuerdan a la música de Indonesia. El segundo, "La soirée dans Grenade" utiliza la escala árabe doble armónica, simulando arpegios de guitarra para evocar imágenes de España. El tercero, "Jardins sous la pluie" describe un jardín en Normandia durante una tormenta. Utiliza algunas melodias francesas como "Nous n'irons plus aux bois" and "Dodo, l'enfant do."
La suite "Iberia" de Isaac Albéniz fue compuesta entre 1905 y 1909 y consiste de cuatro cuadernos de tres piezas cada una. Considerados como obras de gran dificultad técnica, en esta ocasión Goerner interpretó el cuarto cuaderno.
La actuación de Nelson Goerner justificó ampliamente la expectativa de su presentación. Es un instrumentista de amplias facultades técnicas y conceptos estilísticos claros. No existe pasaje virtuoso que Goerner no sea capaz de solucionar con increíble naturalidad. A través de los años le debemos gratísimas experiencias por su talento, su depurado sentir musical y su técnica tan rica en posibilidades. Demostró un dominio total de su instrumento, una penetración en cada página de las partituras de los tres compositores interpretados y un rigor intelectual sin descartar la emoción en ningún momento.
Ante los calurosos aplausos del público que colmaba la sala, Goerner interpretó tres piezas fuera de programa: un Intermezzo del opus 117 de Brahms, el Estudio no. 4 de Chopin y la Rapsodia Húngara No. 6 de Liszt.
Calificación: Excelente