ECOS de La Fanciulla del West en la Ópera Estatal de Munich
Nationaltheater, Munich, Alemania
Domingo 16 de octubre de 2022
Escribe: Ricardo Mandel (Por Siempre Coloneros)
Foto: Wilfried Hösl
La Fanciulla del West, ópera en tres actos (1910) de Giacomo Puccini con libreto de Guelfo Civinini y Carlo Zangarini basado en el drama "The Girl of the Golden West“ de David Belasco.
Bayerisches Staatsorchester
Coro de la Bayerische Staatsoper
Dirección Musical: Daniele Rustioni
Dirección de escena:
Andreas Dresde
Escenografía: Mathias Fischer-Dieskau
Vestuario: Sabine Greuning
Iluminación: Michael Bauer
Dirección del Coro: Kamila Akhmedyanova
Dramaturgia:
Rainer Karlitschek y Lucas Leipfinger
Reparto:
Minnie: Malin Byström
Jack Rance: Claudio Sgura
Dick Johnson: Jonas Kaufmann
Nick: Kevin Conners
Ashby: Bálint Szabó
Sonora: Tim Kuypers
Trin: Roberto Covatta
Sid: Roman Chabaranok
Bello: Benjamin Taylor
Harry: Andrés Agudelo
Joe: Jonas Hacker
Happy: Martin Snell
Larkens: Blake Denson
Billy Jackrabbit: Daniel Noyola
Wowkle: Lindsay Ammann
Jake Wallace: Sean Michael Plumb
José Castro: Thomas Mole
Ein Postillon: Ulrich Reß
La Fanciulla del West, ópera de Giacomo Puccini encargada por el Met de Nueva York, fue estrenada con éxito en dicha ciudad en 1910. Si bien cuenta con una rica partitura con claras influencias de compositores como Claude Debussy y Richard Strauss, le costó hacerse un lugar en el repertorio en los teatros del viejo continente. Ambientada en California durante la fiebre del oro, pone de relieve la búsqueda del exotismo de Puccini, que ya se observa en su obra anterior (Madama Butterfly, cuyo libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica está basado también en un drama de Belasco).
La producción de Andreas Dressen sitúa la escena en un campamento minero de los años 80 del SXX, inspirado en el documental Workingman’s Death (2005) de Michael Glawogger. Hay que destacar que la transposición resulta afortunada, manteniendo la coherencia dramática a lo largo de toda la obra.
Daniele Rustioni, principal director invitado de la Ópera Estatal de Baviera desde la temporada 2021/22, estudió órgano, composición, piano y dirección en Milán, tras lo cual ganó el premio Jette Parker Young Artist en el Royal Opera House Covent Garden de Londres, donde asistió a Antonio Pappano. Su dirección mostró toda la riqueza de la partitura, pero por momentos no permitió escuchar las voces.
Los tres roles principales fueron interpretados a la altura que puede esperarse de sus trayectorias por los principales teatros de Europa, pero fue la mezzosoprano sueca Malin Byström la única que logró imponer su voz por sobre las dinámicas propuestas por Rustoni. En cambio fue mucho más difícil lograrlo tanto para Sgura como para Kaufmann. Esto no quita que haya sido una velada muy disfrutable, teniendo en cuenta la calidad de estos intérpretes. El Rance de Sgura transmitió todo el sadismo del personaje. Kaufmann manejó su rol con sus armas habituales, con un pulido manejo de las dinámicas y una actuación muy creíble y no excenta de momentos de humor en las escenas de seducción. La obra alcanzó su mejor momento dramático en la escena de las cartas sobre el final del Segundo Acto, entre Minnie y Rance, secundados de forma impecable en la ocasión por la orquesta de Rustioni.
El extenso elenco de mineros llevó a cabo la faena con corrección, aunque su audición fue dificultosa por las razones mencionadas al comienzo de esta crónica.
Más allá de su permanente alto volumen, la orquesta funcionó a la perfección, lo cual se vio reflejado en la ovación final del público.
El Coro de la Bayerische Staatsoper preparado por Kamila Akhmedyanova fue otra de las atracciones de la noche, con un empaste perfecto, coronado por la nota calante que cierra la obra.
En resumen, una magnífica velada pucciniana en el Teatro Nacional, sede de la Ópera estatal de Baviera en Munich.
