ECOS de Il Trovatore en la Staatsoper Unter den Linden
Staatsoper Unter den Linden
Berlin
Lunes 21 de octubre de 2022
Escribe: Ricardo Mandel (Por Siempre Coloneros)
Foto: Matthias Baus
Il Trovatore, drama lírico en cuatro actos (1853) con música de Giuseppe Verdi sobre libreto de Salvatore Cammarano y Leone Emanuele Bardare, basado en basada en la obra de teatro El trovador (1836) de Antonio García Gutiérrez
Orquesta de la Staatskapelle
Dirección Musical: Axel Kober
Dirección de escena: Felipe Stoelzl
Codirector: Mara Kurochka
Diseño de escenografía: Conrado Moritz Reinhardt y Felipe Stoelzl
Diseño de vestuario: Úrsula Kudrna
Iluminación: Olaf Freese
Video: FettFilm (Momme Hinrichs y Torge Møller)
Elenco:
Conde de Luna: Vladislav Sulimsky
Leonora: Marina Rebeka
Manrico: Iván Magri
Azucena: Elena Maximova
Ferrando: Grigory Shkarupa
Inez: Ekaterina Chayka Rubinstein
Ruiz: Magnus Dietrich
StaatsOpernchor
Preparador: Martin Wright
Verdi en estado de gracia
La Berlin Staatsoper repone la coproducción con el Wiener Festwochen de 2013 firmada por Felipe Stoelzl, que emplea un dispositivo escénico muy sencillo que consiste en un rombo inclinado hacia el público con sus dos paredes laterales cuadriculados, formando una suerte de medio cubo al que ingresan y salen permanentemente los protagonistas, el coro y los figurantes ataviados con un interesante vestuario creado por Úrsula Kudrna. Sobre las paredes laterales se proyectan ingeniosos videos que por momentos incluyen cuadros de Magritte y Dalí, contribuyendo al carácter surrealista del conjunto, que logra transmitir la esencia de la historia enriqueciendo la actuación de por si muy atractiva de los solistas. Otro efecto ingenioso es el juego con las sombras de los solistas proyectadas sobre los planos laterales, que contribuye a componer una puesta de más alto vuelo.
Marina Rebeka presentó cierta inseguridad al comienzo de su aria “Tacea la notte placida”, pero fue creciendo en el rol a lo largo de la noche, para triunfar definitivamente en “In quest'oscura notte ravvolta” despertando una cerrada ovación. Vladislav Sulimsky compone un Conde de Luna con toda la carga de ira del personaje, aunque no excento de lirismo como lo demuestra en su magnífico “Il balen del suo sorriso”. Azucena es interpretada sin fisura por la mezzo rusa Elena Maximova que nos visitara hace poco para el abono de Intérpretes Internacionales del Colón. El exquisito Manrico de Iván Magri, logra su mejor momento en la stretta “Di quella pira l'orrendo foco” servido de manera inmejorable. Entre los coprimarios se destacó Grigory Shkarupa como Ferrando. Los restantes solistas actuaron con corrección.
El coro de la casa preparado por Martin Wright intervino de forma impecable tanto en lo vocal como en la demandante propuesta actoral de Stoelzl, dificultada además por la pronunciada inclinación del escenario, y los estrechos pasillos de ingreso y salida del mismo.
Sería una obviedad decir que la calidad de la Orquesta de la Staatskapelle es del más alto refinamiento posible, pero en este caso logra cotas aún más altas gracias a la concertación de Axel Kober, que funcionó como un mecanismo de precisión tanto en el inteligente manejo de las dinámicas como en el empaste con el coro y los solistas.
Todo esto redundó en una performance superlativa, ovacionada de pie durante largos minutos por un público exultante.