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Concierto de la Orquesta Sinfónica Municipal con el Coral Carmina

 

Iglesia Stella Maris,

Mar del Plata

Domingo 20 de noviembre de 2022.

 

Escribe: Eduardo Balestena


Orquesta Sinfónica Municipal de Mar del Plata

Director: Guillermo Becerra

Coral Carmina

Director: Horacio Lanci

Solistas: Georgina Espósito, soprano; Fernando Rocca, tenor; Facundo Domínguez Marzano, barítono.

 


La Orquesta Sinfónica Municipal –o más propiamente, lo que queda de ella- se presentó, luego de una prolongada ausencia del escenario debido a las extremadamente graves carencias en la conformación de su orgánico- junto con el Coral Carmina y solistas.

 

Las Dos canciones opus 15, de Edward Elgar abrieron el programa, que prosiguió con la Misa nro. 2 en sol mayor, D. 167 obra temprana de Franz Schubert siguió en el orden del programa. Se trata de una breve obra, para orquesta de cuerdas, de gran musicalidad, ya desde su propio comienzo –Kyrie-; en el Gloria que le sigue, la expresividad reside en un rápidos y precisos pasajes en el coro y toda la cuerda.

 

Georgina Espósito brindó su timbre claro, duce y refinado en sus intervenciones –Kyrie, Benedictus, agnus dei- por citar un ejemplo. Lo mismo el tenor Fernando Rocca, de un timbre cristalino, a la vez potente y delicado, así como el barítono Facundo Domínguez Marzano.

 

El coro destacó en su homogeneidad en todas las dinámicas de una obra con momentos de frases extensas y una demanda de continuidad en el fraseo. Horacio Lanci no sólo es un gran director sino también un estudioso de la música.

 

La Sinfonía nro. 2 , opus 36, en re mayos de Beethoven cerró el programa. Obra temprana sus innovaciones, sin embargo sus innovaciones son muy marcadas. Su primer movimiento (Adagio molto – allegro con brío, en re mayor), escrito en forma sonata. Su rica introducción –de una profusa elaboración en las voces instrumentales- condensa varios elementos melódicos y llega, sin transición, a un dramático segundo sujeto, para volver al material de la introducción y concluir con el clímax de la coda.

 

El segundo movimiento (Larghetto, en la mayor) en forma sonata está desarrollado con dos temas amables y ricos melódicamente, enriquecida la grácil melodía de la cuerda por las maderas, en una muy cuidada elaboración.

 

El tercer movimiento (Scherzo – allegro, en re mayor) es breve y enérgico, con ricas gradaciones en las maderas que acompañan a los exigentes pasajes de la cuerda.

 

La obra concluye (Allegro – molto, en re mayor) con un rondó en el cual el material temático se desarrolla rápidamente en el esquema ABA´CA´´BA – Coda en un progresivo enriquecimiento del material que concluye en una coda que se inicia con un sentido de interrogación y concluye enfáticamente con el tema inicial.

 

Guillermo Becerra es un profundo conocedor del repertorio Beethoveniano y la orquesta –con refuerzos de su orgánico- obtuvo una interpretación acorde a la obra.

 

Es destacable el permanente esfuerzo del Coral Carmina, ya sea en su nivel coral como en su permanente trabajo y la entrega que ello significa. Tuvo una actuación acorde a su nivel.

 

En cuanto a la Orquesta Sinfónica Municipal, debe destacarse la actitud de trabajar con el repertorio –de por sí reducido que puede afrontar con su más que menguada conformación. La calidad de la presentación que llevó a cabo prueba que lo referido repertorio no significan exigencias musicales menores que otros.

 

Sin embargo, los problemas que atraviesa –desde larga data- el organismo, están muy lejos de una solución.

 

Resilium es el verbo latino que expresa la fortaleza de un material capaz de volver a su forma original luego de un fuerte impacto. De allí deriva el término resiliencia : tanto un orgánico menguado por el desinterés y las malas políticas municipales, por los problemas edilicios y otros de variada índole, no han podido vencerla ni disminuir su calidad musical. Si en algún momento –forzosamente lejano- pueda llegar a recomponerse ello se deberá a la tenacidad y a la resilencia de todos los músicos que han venido luchando silenciosamente por ella.


Eduardo Balestena