Una amena cita con la Filarmónica
Teatro Colón
Sábado 1ero de abril de 2023
Escribe: Néstor Echevarría
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.
Programa
“ Dos piezas de Aladdin”, de Carl Nielsen
Concierto para piano en Mi menor , de Fréderic Chopin
Sinfonia Nº 5 en Re menor, de Dmitri Shostakovich.
Director: Jan Latham-Koenig. Solista: Bruce Liu (piano).
Sin duda creó mucha expectativa, y la confirmó realmente, este segundo concierto del ciclo de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en el Colón. Con un orgánico muy nutrido, que ya en sus primeras dos intervenciones brevísimas, del compositor danés Carl Nielsen, pertenecientes a “Aladdin”, op.34, piezas escritas como música incidental sin demasiada trascendencia que sirvió como curiosa presentación , la OFBA fue denotando la cohesión y preparación que el nuevo director musical del Colón , el británico Jan Latham-Koening, le confirió a la velada.
Por eso, al abordar después el celebrado concierto para piano y orquesta Nº1 en Mi menor, opus 11, de Fréderic Chopin se diría que allí comenzó a gravitar una jornada musical merecedora de justos elogios. Los tres movimientos desde el “Allegro maestoso” hasta el “Rondó vivace” ofrecieron el lucimiento del pianista debutante, Bruce Liu, de origen chino, nacido en Paris hace veinticinco años y formado en el Conservatorio de Montreal, que fuera primer premio en el afamado Concurso Internacional Chopin de Varsovia.
Estos antecedentes fueron ampliamente corroborados en su versión entregada, y con un pianismo impecable, virtuoso si cabe, en todo el rango de octavas del instrumento respaldado por una bien preparada orquesta y enhebrada con el director en forma permanente a lo largo de la obra.
Los aplausos lo obligaron, como es costumbre, a los agregados al programa, y volviendo al piano entregó una versión de elegante y señorial fraseo de las pieza “Triana” que evoca el barrio sevillano,, perteneciente al segundo cuaderno de la “suite” para piano “Iberia” de Isaac Albéniz. La persistencia al aplausos lo llevó a un segundo “encore” donde exhibió aptitudes y técnica virtuosísima al interpretar “La campanella”, transcripción de Franz Liszt sobre el concierto para violín Nº2 de Niccoló Paganini.
La segunda parte de la velada estuvo dedicada a la Sinfonia Nº 5 en Re menor, op.47 del compositor ruso Dmitri Shostakovich,. Obra caracterizada por su opulencia instrumental, que data de 1937 y que le prodigó un buen suceso al autor luego de ciertos avatares trascurridos en su país y en su trayectoria.
Muy justa y bien preparada la versión en esta obra de gran aliento, de una larga hora de extensión, donde el trabajo de Latham-Koenig se advirtió, preciso, decantado y lucido con las distintas secciones instrumentales, de mucha precisión y coherencia. Cabe remarcar el nivel notable en el “Largo” con una atmósfera especial y el impactante “Allegro non troppo”, el cuarto y último movimiento , con sus efectos instrumentales donde se aunaron precisión y bella sonoridad, logrando una merecida ovación.
Néstor Echevarría
Calificación: Muy bueno