Mozarteum: un ciclo de excelencia
Brillantes actuaciones de Nelson Goerner y Festival Srings Lucerne
Lunes 26 de mayo de 2025
Teatro Colón
Escribe: Graciela Morgenstern
Fotos: Liliana Morsia
Festival Strings Lucerne – Director Daniel Dodds
Nelson Goerner (piano)
Programa:
-Maurice Ravel: “Menuet sur le nom d’Haydn” (arreglo para orquesta de cuerdas de Cliff Colnot)
- Richard Dubugnon: Piccolo concerto grosso, Op.87
- Frederic Chopin: Concierto para piano y orquesta n°2 en Fa menor, Op.21 (arreglo para orquesta de cuerdas de Ilan Rogoff)
- Piotr I. Tchaikovsky: Serenata para cuerdas en Do mayor, Op.48
Mozarteum ofreció, como segunda función de su Temporada 2025, un magnífico concierto a cargo del Festival Lucerne Strings, con la brillante participación del pianista Nelson Goerner.
El programa, muy variado en cuanto a temporalidad y carácter de las obras, se inició con “Menuet sur le nom d’Haydn”, de Ravel, que el conjunto, bajo la dirección de Daniel Dodds interpretó con maestría en homenaje al 150° aniversario del nacimiento del compositor. Igual desempeño mostraron en el Piccolo concerto grosso, Op.87, de Richard Dubugnon.
Cerrando la primera parte del concierto, un derroche de talento para el Concierto para piano y orquesta n°2 en Fa menor, Op.21, por el gran pianista Nelson Goerner, quien realizó una interpretación de altísima jerarquía, con una dinámica acabada y discurso expresivo que manejó prescindiendo de la búsqueda del exitismo fácil, con un lenguaje equilibrado de los claroscuros y esa sutileza tan suya que logra que el oyente se transporte a un plano diferente, más espiritual.
Fue entonces que el público estalló en ovaciones y ante eso, en carácter de fuera de programa, el pianista ofreció dos preludios de Rachmaninov.
La segunda parte estuvo a cargo de Festival Strings Lucerne, fundada en 1956 como parte del Festival de Lucerna. En esta ocasión, interpretaron la Serenata para cuerdas en Do mayor, Op.48, de Tchaikovsky, bajo lahábil conducción de su concertino Daniel Dodds, quien extrajo un sonido homogéneo y de gran emotividad, por parte del conjunto de cuerdas. Muy buena técnica, sensibilidad y buen gusto interpretativo fueron una combinación ideal para que el público aplaudiera con muchísimo entusiasmo, lo que ocasionó que los músicos brindaran, fuera de programa, “Abendlied”, op. 85 n.º 12 de Robert Schumann.
Esta función fue una muestra más de la alta calidad artística que acompaña habitualmente al ciclo Mozarteum
CALIFICACIÓN: EXCELENTE.